Estar entre los cuatro mejores ya es un logro que lo viste de candidato
Edición Impresa | 10 de Diciembre de 2022 | 06:14

Por MARTIN MENDINUETA
¡Qué manera de sufrir! ¡Y de terminar gozando!
El bestial desahogo que multiplicó el grito de gol en la certera ejecución de Lautaro Martínez, todavía retumba desde Doha hasta el Gran Buenos Aires.
Agigantado por un nivel altísimo de miedo y estrés que se metió debajo de la piel en los diez minutos de tiempo adicionado por el polémico árbitro español, el triunfo argentino quedó abrigado por un perfume épico que nadie olvidará. Salió airoso en la prueba de carácter y eso otorga un plus que nadie puede desconocer.
Si hubiera ganado 2 a 1 no hubiese sido lo mismo. Ese rato fatídico previo al empate anaranjado fue de cierta confusión. Sin ese lapso teñido de inseguridad, habría sido infinitamente más tranquilo, “normal” y menos tensionante; pero le habría faltado el condimento que lo hará recordado por varias generaciones.
Sufrir primero y festejar después compone una fórmula imbatible. Te hace fuerte. Endurece la piel y hasta repercute en la autoestima por haber superado una dificultad máxima.
PRIMER GRAN OBJETIVO CUMPLIDO Y MÁS CERCA EL SUEÑO DE GLORIA
Que la última semana del Mundial tenga a la Selección Argentina escuchando elogios y preparándose para afrontar una de las semifinales, es la cabal demostración de que su performance en Qatar 2022 ya alcanzó un importante umbral de reconocimiento.
Lo que no pudieron conseguir Alemania, España y Brasil, entre otros (cada uno de ellos con diferentes niveles de decepción) ya lo disfruta la comprometida formación de Lionel Messi y compañía.
Sufrir miedo y alto nivel de estrés, para luego terminar con un goce inolvidable es la mejor fórmula
Con el enorme mérito de haber sido nítidamente superior a un oponente de similar estatura, Argentina, único sudamericano que sigue en carrera, mostró argumentos convincentes como para que lo empiecen a considerar con mayor seriedad como un potente candidato a levanta la Copa del Mundo.
Luego de un bloque inicial sumamente parejo, quebró primero y superó por apreciable margen después, a quien alcanzó el premio de jugar el alargue y definir con tiros desde el punto del penal cuando casi nadie lo consideraba probable.
LÍNEA DE TRES/CINCO, EL PRIMER GRAN ACIERTO DEL TÉCNICO SCALONI
Luego de analizar situaciones médicas y posibilidades tácticas, Lionel Scaloni se inclinó por una formación versátil que se fortaleció de modo evidente en ambas bandas.
Haber sumado a Lisandro Martínez en la retaguardia, para convertir a Nahuel Molina y a Marcos Acuña como “flechas” que atacaban en forma permanente por los dos laterales, hizo de la Scaloneta un formación de argumentos valederos.
Otra vez paciente (virtud mayúscula que ya había evidenciado ante Polonia y Australia), les demostró a los analistas de la Copa del Mundo que sabe manejar la ansiedad como muy pocos.
Dos goles (el primero bien se puede rotular como una joya por la exquisita habilitación de Messi para Nahuel Molina), espíritu combativo innegociable, recuperación anímica clave tras el segundo gol de Países Bajos y la permanente sensación de ser un equipo muy unido, hacen que la Selección Argentina deba ser incluído en la lista de candidatos para quedarse con el título.
DISTINTO A TODOS, COMBINANDO
el potrero que tanto define nuestra idiosincrasia con un perfeccionamiento técnico y profesional de sus jugadores en el continente europeo, su DNI ya es una credencial de prestigio.
Ese puño cerrado que representa hoy la imagen de Argentina se presentará en el salón VIP de los cuatro privilegiados exhibiendo virtudes que imponen respeto.
Gusten más o menos sus modos de tratar el balón, de transitar el campo y de armar su pizarra táctica, nadie quiere enfrentarlo. Jerarquía individual y carácter forjado en las necesidades de un país donde nada es sencillo, definen a esa formación compuesta por varios hombre de acero.
QUE BRASIL YA NO ESTÉ ES OTRO CONDIMENTO QUE LA GENTE FESTEJÓ
El primer plato del día les entregó satisfacción a los hinchas de la Selección. La eliminación de un Brasil lujoso, ultra ofensivo y propietario de un estilo imposible de emular, significó el primer empujón emotivo. Verlos afuera desvaneció el fantasma de una revancha de la final de la Copa América 2021 que pintaba muy brava. Ya habrá tiempo para ese cruce que esta vez no podrá ser.
El gol de Molina se gestó a partir de una genial habilitación de Messi. El aporte del Diez fue decisivo
El próximo martes, probablemente con más argentinos llegando especialmente para sumar aliento en otra prueba súper exigente, los nervios volverán recargados, las cábalas se mantendrán con inquebrantable rigurosidad y el sueño grande de gloria saldrá a escena procurando no encontrar su punto final.
Croacia, subcampeón mundial en Rusia 2018, tiene la misma ambición que los hombres nacidos en esta tierra. Será la batalla donde hay que imponerse para ir por todo.
El sexto partido reclamará esfuerzos máximos. Y Argentina, que ayer terminó tan feliz como agotado por el despliegue de tantos minutos, buscará el éxito que mereció encontrar ante Países Bajos antes de los penales.
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