VIDEO. Comunión en el Único: Abel Pintos hizo bailar y emocionar
Edición Impresa | 11 de Diciembre de 2022 | 05:13

“La música es un punto de encuentro”, afirmó Abel Pintos antes de llegar, anoche, al Estadio Único “Diego Armando Maradona” de nuestra ciudad para cerrar el año: un festejo de fin de temporada que ya es tradición para la “familia” que lo acompaña fielmente, que agotó las entradas un mes antes del recital y que copó ayer el recinto de 25 y 32.
Fue una gran fiesta. La tercera de Abel en el Único. El regreso fue evidentemente especial para Pintos, que lució emocionado en muchos pasajes de una noche vibrante.
La electricidad del reencuentro, además, se sentía en el aire de “la familia”, un nombre que le sienta bien a los seguidores del artista bahiense: había hombres y mujeres, jóvenes y no tanto, chicos, de todo, en esa reunión anual que propone Pintos para terminar cada año.
Todos celebraron cada momento de un recital que duró casi 3 horas en las que Abel dejó todo. Y que como a veces hace el arte, ofició como un espacio de amorosa catarsis, como un templo, abrazando y conteniendo a los presentes después de lo que ha sido un año difícil, agotador.
Pintos apareció en escena gacia las 20.15, bien puntual, ataviado con un saco de lentejuelas, uno de los tantos cambios de vestuario que tuvo una noche que también tuvo diferentes momentos.
Pero desde la salida Abel dejó claro que, ante todo, esta era una noche de fiesta: abrió con “Juntos”, “Tu voz” y “Espejo”, avisando údesde el comienzo que “las cosas que me hirieron, ya desaparecieron, no regresarán”.
Pero aunque hubo mucho momento festivo y bailable, desde ya no faltaron los momentos emotivos. “No me olvides” hizo rugir de emoción al público, y unos segundos después era Abel perdía totalmente la compostura: emocionado por la respuesta del público, se quebró en el escenario y, por primera vez se dirigió al público. “Buenas noches, Argentina. Digo Argentina porque estamos en La Plata, pero vinieron de todo el país”, le dijo a sus fieles antes de cantar “Aquí te espero”.
Desde ese momento, el recital se volvió más íntimo. Pasaron “Cactus”, de Gustavo Cerati, y una serie de baladas clásicas que hicieron trinar al Único: “Tanto amor” despertó lágrimas en la audiencia, mientras que “Corazón hambriento” volvió a emocionar al propio Abel. Pasaron por esa sección “La llave” y “Cien años”, donde una vez más Abel dejó la piel y mostró su humanidad y sus lágrimas.
Hubo lugar para todos los éxitos, como “Tu voz”, “Oncemil”, “Pájaro Cantor”, “Motivos”, “De solo vivir”, “Aventura”. También, de su reciente trabajo discográfico, “El amor en mi vida”, editado el año pasado, antes de un cierre explosivo a puro baile y pogo, con todo el mundo de pie. Y con cantitos mundialista incluidos.
Abel cantando con su invitada Marcela Morelo / EL DIA
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