Una jueza cercana al oficialismo quedará al frente de un tribunal clave

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La jueza Ana María Figueroa fue elegida para presidir la Cámara Federal de Casación Penal el año próximo, mientras que los jueces Mariano Borinsky y Daniel Petrone la secundarán como vicepresidente primero y segundo de ese tribunal, el máximo después de la Corte Suprema. Figueroa, considerada cercana al Gobierno, reemplazará a Alejandro Slokar en este tribunal clave para decidir sobre casos de corrupción como Hotesur y Los Sauces, que tienen a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, como principal apuntada. Sin embargo no integrará la sala que resuelve sobre esas causas.

La magistrada, de 75 años (edad máxima para ser juez), era vicepresidenta segunda del máximo tribunal penal del país y reunió el consenso necesario para convertirse en su nueva presidenta. Al igual que Figueroa, el vicepresidente primero del cuerpo, Mariano Borinsky, tenía aspiraciones de ser presidente. Pero, de acuerdo a lo que trascendió de fuentes judiciales, hubo acuerdo y primó una cuestión de género y de edad para que Figueroa sea la nueva presidenta de Casación, ya que en los últimos dos mandatos presidió un hombre y Borinsky tiene chances de presidir el año próximo.

Figueroa es especialista en derechos humanos y suele acompañar cons sus fallos posturas relacionadas con la política judicial del kirchnerismo.

Al ser elegida presidenta de la Cámara, en 2023 dejará de votar en su Sala I (que debe resolver sobre la reapertura o no del caso Hotesur y los Sauces). Ese lugar debía ser ocupado por el presidente saliente, pero Slokar pidió volver a su sala original, la II, de la que se retira Carlos Mahiques para ingresar a la Sala I.

 

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