Julián Álvarez: un año soñado y un nivel top

Se transformó en el jugador más joven en marcar un doblete en una semifinal mundialista luego de Pelé en 1958. Ya lleva cuatro en la competencia y va por más

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Por MARTIN CABRERA

mcabrera@eldia.com

Julián Álvarez levantó su copa, el 31 de diciembre de 2021, y pidió tres deseos. Salud, amor y dinero. Pero es muy difícil que haya pedido un año como el que está cerrando: ayer se terminó de convertir en una de las grandes figuras de la Selección, que se clasificó a la final de la copa del mundo.

Ya era una figura de River y el Manchester City puso sus ojos en él, invirtiendo 24 millones de dólares en su ficha. Pero se quedó seis meses más jugando en Argentina y no fueron pocos los que lo menospreciaron y dudaron de sus condiciones.

Es más, no fue primera figura en la Copa América del año pasado y llegó a Qatar debajo de Lautaro Martínez en la consideración de Lionel Scaloni. Y, tal vez, si no se lesionaba Joaquín Correa hasta hubiese tenido otro rival en su carrera rumbo a la titularidad.

Pero todo lo que mostró en el Millonario y los chispazos de fútbol y goles en el City los terminó de potenciar en el Mundial. Al segundo partido ya estaba adentro del once y ayer, con un doblete, se convirtió en el jugador más joven en convertir dos goles en una semifinal mundialista, desde que Pelé los hiciera en 1958, que los hizo con 17 años.

Ayer fue la llave que abrió la puerta del triunfo. A los 34 minutos pisó el área tras una habilitación magistral de Enzo Fernández que sorprendió a todos. Quiso eludir al arquero pero éste se lo llevó puesto y el italiano Orsato no dudó en sancionar penal, que Messi cambió por gol.

Cinco minutos más tarde se vistió de superhéroe, con una corrida de 25 metros, a pura potencia y olfato de gol. Fue una mezcla de Batistuta en la copa América de 1993 y Kempes en el Mundial de 1978. Se llevó la pelota, sus compañeros (entre ellos Nahuel Molina) hicieron las diagonales correspondientes para que sus rivales no supiesen cómo marcarlo y, tras un rebote que lo favoreció, definió con clase al palo derecho de Dominic Livakovic, para darle un golpe de nocaut a una Croacia que pedía a gritos el final del primer tiempo.

Su segundo gol en el Lusail, el tercero en el partido para sellar la goleada y permitir relajar ante tanta tensión lo convirtió a los 24 minutos. Fue quien le puso el broche a la jugada maradoneada (o messiana, como gusten) del capitán argentino, que sacó a pasear al “hombre de la máscara” y le cedió el tanto al exRiver, que fuerte y de derecha clavó el tanto.Cuatro goles en la copa del mundo para estar al acecho de Messi y Mbappe. Cuatro goles para confirmar que 2022 será el año que recordará por siempre. Sólo le falta un paso más, el que todos estamos esperando. Un año para guardar en un cuadro.

 

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