El 2023 traerá un alivio en Ganancias, pero será sólo al comienzo: los detalles

Quienes perciban salarios altos tributarán menos, aunque esa mejora se irá diluyendo con el paso de los meses

La llegada del 2023 traerá un alivio en el pago del Impuesto a las Ganancias para quienes perciben los sueldos más altos a partir del aumento del Mínimo No Imponible (MNI) y otras deducciones, siempre que superen los $4040.062 que será el nuevo piso para quedar exento de la retención.

Como ejemplo, el trabajador sin hijos que actualmente tiene un salario bruto de $548.000, con los descuentos de jubilación y salud (un 17%), percibe en mano unos $341.548. En enero, con el mismo sueldo bruto ($548.000) y el neto de $454.840, la retención por el Impuesto a las Ganancias será de $66.643, por lo que en mano estará percibiendo $388.197, lo que significa una mejora de bolsillo de unos $46.000.

Desde el primer mes del año próximo el MNI para el trabajador soltero será de $201.520, en tanto que para los casados con dos hijos se ubicará en $266.581. Mientras que para los autónomos, será de $169.381 para los solteros y de $238.864 para los casados con dos hijos.

Esta variación representa un incremento del 78% respecto a los valores de comienzos de este año. Ese índice, que surge de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de Trabajadores Estables (RIPTE) entre octubre de 2021 e igual mes de 2022, termina quedando por debajo de la inflación anual, que en ese período fue del 88%.

Frente a este panorama, los tributaristas consideran que lo más conveniente es que la actualización se haga de manera trimestral por la variación del Indice de Precios al Consumidor y de manera automática y no según el RIPTE, ya que no incluye, por ejemplo, la distorsión que genera la inflación y que tiene un efecto directo en cómo se determina la materia imponible.

Quiere decir que esa mejora fiscal de comienzo de año se irá diluyendo con los meses producto de que el pago del Impuesto a las Ganancias volverá a incrementarse producto de la inflación y las paritarias, ya que el salario aumentará de manera nominal mientras que el MNI se mantiene invariable a lo largo de todo el año.

Otra distorsión que produce el esquema actual se visualiza en el caso de una persona en relación de dependencia sin hijos y con un ingreso de $404.000 que percibe un aumento salarial del 35%. Por los descuentos en materia de jubilación y salud, en mano el salario queda en $335.000, por lo que queda exento del pago del Impuesto a las Ganancias. Pero con el incremento del 35%, el ingreso bruto pasa a ser de $548.000, que con los descuentos de jubilación queda en $454.000. Ahí sí se le aplicará retención por el Impuesto a las Ganancias, que será de unos $66.000, por lo que el salario en mano terminará siendo de unos $388.000, es decir una variación del 15%.

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