Un tramo del camino Rivadavia en terapia intensiva por los pozos

Por ese sector circulan casi 30.000 vehículos por día. El pavimento de la traza y las banquinas están detonados. Un peligro vial

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Un tramo del camino Rivadavia, uno de los accesos a la Ciudad de Ensenada, se encuentra en estado lamentable, con pozos que parecen ollas, desniveles, banquinas severamente dañadas y escasa iluminación. Un peligro vial con alto riesgo de accidentes.

El camino, en otro tramo, se encuentra en obra, ya que se realiza un proyecto para ensancharlo y darle otra funcionalidad, con mayores medidas de seguridad.

Mientras tanto, circular por la continuidad de la avenida 32 hacia Ensenada es todo un riesgo para quienes lo hacen a diario.

Uno de los tramos más críticos es el de 124 a 128, donde también circulan micros que unen La Plata con Ensenada.

Además es un paso casi obligado del tránsito pesado, con camiones de diversa magnitud, lo que profundiza aún más los problemas para circular.

Angosto, con pozos que parecen piletones cuando llueve y se transforman en lagunas, pueden ser una trampa para quienes no conocen la zona que conecta en forma directa con la rotonda de 120 y 32 y acceso a la autopista La Plata a Buenos Aires.

De noche circular por ese tramo es toda una odisea. La ausencia de una buena iluminación potencia el riesgo vial porque los conductores hacen maniobras bruscas para evitar los pozos que en muchos casos significa pasarse al carril opuesto, razón por la cual hay que agudizar todos los sentidos para esquivar los pozos y no protagonizar un accidente.

El pavimento en el tramo mencionado está castigado por la falta de mantenimiento desde hace varios años. En algunos sectores la traza tiene profundas erosiones que llevan a bajar la velocidad de los vehículos a paso de hombre para que el impacto tenga las menores consecuencias posibles.

El camino Rivadavia, tiene un historial de eventos trágicos. Hace un tiempo se han retomado las tareas de ensanche e iluminación.

Luego de los trabajos iniciales, como los vinculados al movimiento de tierra y aplanamiento de la traza comenzaron otras etapas de las tareas.

Con una extensión de unos cinco kilómetros entre Villa Catella y las primeras manzanas urbanizadas de la ciudad, el camino Rivadavia es parte de la Ruta Provincial 13.

Esa vía de comunicación presenta un flujo vehicular intenso, sobre todo de camiones y otros equipos rodantes de gran porte, que se desplazan hacia el Polo Petroquímico o, en sentido contrario, hacia la avenida 122 o directamente la Autopista La Plata - Buenos Aires.

En mayo del año pasado comenzaron los trabajos de refuncionalización del Camino Rivadavia.

La obra comprende la construcción de una autovía, con dos manos por carril y un cantero central, a lo largo de 11,2 kilómetros, compuesta por dos secciones. La primera corresponde a la prolongación de la Autopista Ricardo Balbín (Buenos Aires - La Plata) hasta su conexión con la Ruta provincial Nº 13; y una segunda etapa que incluye trabajos de mejoramiento del camino Rivadavia, principal acceso a esa ciudad.

Según se pudo saber, por ese camino transitar unos 28.000 vehículos de distinto porte en forma diaria.

OTRO PELIGRO VIAL

En tanto, pasadas las 23 de cada jornada, los semáforos de 122 y 32 en el acceso y salida del camino Rivadavia los semáforos quedan en amarillo intermitente.

Los viernes a la noche, momento de intenso tránsito vehicular, la esquina se transforma en un peligro vial, fundamentalmente por las motos de delivery que circulan con gran intensidad por la zona.

 

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