Un penal inexistente dio luz verde a un partido muy picante

De repente el partido se “picó”. Promediaba el primer tiempo, Estudiantes ganaba y era más que el local. Pero de repente algunas infracciones fueron levantando la temperatura de los protagonistas en el “Tomás Adolfo Ducó”.

Una primera falta de Noguera a Cóccaro a los 32 minutos pareció encender la “llama”. Hubo amarilla para el defensor Pincha.

Al minuto nomás, encontronazo fuerte entre Morel y Tobio en campo del Globo, y el árbitro Jorge Baliño que le muestra amarilla a ambos futbolistas. No contento con ello, el Juez fue hasta los bancos de suplentes y amonestó a los entrenadores Kudelka y Zielinski, lo que motivó el enojo del Ruso contra el DT local.

Pero habría más. El partido estaba vibrante en esos últimos minutos de la etapa inicial. Fue la pelota para Cóccaro, dentro del área y con Noguera encima quiere girar y de manera clara se tira buscando el penal... Y Baliño compra.

No hubo falta, pero el juez no dudó en marcar el penal mientras todo Huracán aparte pedía la segunda tarjeta amarilla para Noguera y la expulsión.

La amarilla para Noguera no llegó, pero el penal sí, que Candia cambió por gol que se transformó en el empate transitorio, 1-1.

Pero el juego ya se había calentado. En el complemento habría una roja por doble amarilla para el paraguayo Morel que se había “salvado” antes, pero le fue muy fuerte a un rival y a los 15 minutos se tuvo que ir, protestando no se sabe qué...

Más allá de lo que pase con el VAR, está claro que los árbitros se siguen equivocando, y mucho, con cosas simples.

EL LOCO, NO APRENDE MÁS

Nadie va a discutir las condiciones de Leandro Díaz, pero más allá del fútbol sigue dejando que desear con ciertas actitudes.

Ya le había pasado en diciembre pasado en oportunidad del clásico, cuando hizo gestos festejando un gol de cara a la cabecera del Bosque.

Esto hizo, más allá de inoportunos dichos, que tuviera que pedir disculpas con un video.

Pero anoche lo volvió a hacer. El Loco de cabeza venció a Marcos Díaz decretando el 3-1, y no tuvo mejor idea que de cara a la cabecera de la gente de Huracán festejar desafiante mirando a la gente como disparando con una ametralladora. Obviamente, esto provocó silbidos del público.

Recordemos que el Loco tuvo un mal paso por el Globo y se fue sin convertir goles y con mala relación con la gente.

Anoche el Loco otra vez tuvo una desafortunada acción, que además le valió que el árbitro del partido lo amonestara.