Kicillof blanquea su plan de reelección y la oposición se reagrupa para la pelea propia

Edición Impresa

Por JOSÉ PICÓN

jpicon@eldia.com

Axel Kicillof blanqueará esta semana su proyecto de reelección en un ámbito institucional. Lo insertará no como al pasar sino como centro medular del discurso que el miércoles brindará ante la Legislatura para cumplir con la formalidad de abrir el nuevo período de sesiones ordinarias.

El Gobernador, que no oculta esos deseos de permanencia, describirá con cierto detalle el plan que su administración ha dado en llamar “6x6”, que incluye un ambicioso programa de obras públicas que se extiende más allá de su mandato que caduca en diciembre de 2023. Su propia denominación no deja lugar a equívocos: Kicillof diseñó ese plan con la clara intención de mostrarse como un gestor que no imagina un final cercano de su administración.

Esa presentación pública coincide con cierto cambio discursivo -endurecimiento- del mandatario respecto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Más cercano, aún sin asimilarse a la diatriba dialéctica del kirchnerismo duro, a las críticas que sobrevuelan el variopinto campamento de Frente de Todos respecto de la pericia del ministro Martín Guzmán para desembocar en un entendimiento que derivará, aunque el Gobierno pretenda no reconocer, en un plan de ajuste que, por otra parte, numerosos economistas juzgan imprescindible más allá de las exigencias del Fondo.

Coincide esa posición un tanto más dura con la hermética reunión que Kicillof mantuvo días pasados con Cristina Kirchner y su silencio atronador, que dice más que un pronunciamiento público. El kirchnerismo viene rechazando los efectos del cierre con el Fondo que asume el gobierno de Alberto Fernández y que se corporizó con el portazo de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos.

Pueden estar operando otras cuestiones en relación a una posición un tanto más dura que viene alumbrando desde la Provincia: quizás Kicillof, no sin razón, sospeche que del achique del déficit del Estado que exige el FMI no podrá salir indemne su propia administración que ha recibido generosos recursos de la Casa Rosada.

“El Gobernador se explayará el miércoles en la Legislatura sobre el plan con el que acuna el sueño de la reelección en 2023”

 

El mandatario mantiene diferencias con sectores del kirchnerismo como La Cámpora, que imaginan una sucesión de Kicillof más que una continuidad. Pero quizás no sean tantas como las que viene expresando Sergio Berni, su histriónico ministro de Seguridad que ahora parece amagar, en un nuevo capítulo de un extenso culebrón político, con irse ya no del kirchnerismo sino también del Frente de Todos. Acaso ese desenlace sea el oculto anhelo de algunos miembros del propio equipo de Kicillof.

Habría que anotar ciertos movimientos y señales que se produjeron en los últimos días cuando algunos intendentes del PRO fueron a sondear a la Gobernación qué viabilidad tendría un proyecto para impulsar la vuelta de las Policías Locales a sus distritos. El jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, los habría impulsado a avanzar con una experiencia que, curiosamente, fue Berni quien se encargó de sepultar. Apenas asumido, el ministro volvió a una férrea centralización del mando policial que acabó con esa tenue descentralización que alumbró en los últimos tramos de la gestión de Daniel Scioli y que la administración de María Eugenia Vidal mantuvo en pie con más dudas que certezas.

Insaurralde y Berni, que nunca se llevaron bien aunque hayan anudado en los últimos tiempos una tregua precaria, pueden estar asomándose a otro escenario de disputa interna. En el oficialismo bonaerense no se desconoce que el jefe de Gabinete aliado a Máximo Kirchner y que acumuló altas dosis de poder tras la derrota del Frente de Todos en las Primarias de septiembre pasado, nunca ha dejado de tener en el radar el ministerio de Seguridad. Tampoco, su sueño por llegar a la Gobernación.

ACUERDOS Y LANZAMIENTOS

La oposición también está ventilando sus diferencias sin tantos pruritos. Patricia Bullrich y Emilio Monzó parecen avanzar hacia un entendimiento. Y hace apenas algunas horas, el propio Monzó -que sueña con llegar a la Gobernación- se reunió con el jefe del radicalismo bonaerense Maximiliano Abad para plantearle la necesidad de volver a poner en escena el sector Dar el Paso con el que Facundo Manes disputó palmo a palmo la Paso del Juntos con el larretista Diego Santilli.

La idea pasa por volver a juntar a esos actores como para mostrarle los dientes a Horacio Rodríguez Larreta, que hoy pareciera cercano a un cierre con Mauricio Macri que acaso se traduzca en una probable candidatura a jefe de Gobierno porteño del primo del ex presidente, Jorge Macri.

Martín Lousteau también movió sus fichas y sacó al terreno de juego bonaerense a Martín Tetaz, acaso como para ocupar un espacio -el de candidato a gobernador- que el resto del radicalismo no parece estar ocupando con un nombre taquillero.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE