Un pingüino llegó hasta la costa de Berisso y ahora lo tratan para reubicarlo

Cada tanto ocurre el fenómeno y llena de curiosidad a los bañistas. Apareció un pingüino en la costa de Berisso; fue rescatado por los guardavidas del lugar y una ong proteccionista se ocupó de llevar adelante los primeros cuidados del ave y de realizar las gestiones pertinentes para derivarlo a un centro de atención especializado.

Al parecer, y como suele suceder cuando irrumpe en la ribera de la Región algún ejemplar de especies no habitués de la costa del Río de La Plata, el pequeño pingüino, un ejemplar que estiman juvenil, pudo haberse desorientado en su nado, haber quedado relegado de la colonia a la que pertenece y así habría terminado en la playa de La Balandra.

“Por suerte pudieron rescatarlo y Defensa Civil lo retiró del lugar y lo trasladó hasta nuestra sede, donde pudimos atenderlo y mantenerlo lo más cálido posible”, relató Elba Tiburzi, presidenta de la ong Gestión Prodea, dedicada en Berisso a la protección animal.

La reinserción paso a paso

Al tiempo que le brindaban los primeros cuidados, en la entidad se realizó una serie de acciones tendientes a ubicar al pequeño pingüino en el lugar que fuera el más adecuado para él hasta que se lo pudiera reintroducir en su hábitat.

“Iniciamos tratativas para que se lo derive a un centro especializado -contó Tiburzi-. Y en conjunto con el Bioparque de La Plata nos contactamos con gente de la Fundación Mundo Marino para que nos dieran las instrucciones para las primeras atenciones. Lo colocamos entonces en un espacio cómodo y con agua mientras que entre los ministerios de Ambiente de la Provincia y de Nación consiguieron que se lo traslade al Temaikén, donde fue revisado y tratado por biólogos”.

Según detalló la proteccionista, en el bioparque de Escobar, una vez que terminen de evaluar el estado de salud del ave lo derivarán a Mundo Marino, donde, a su vez, le practicarán la rehabilitación que necesita para restablecerse del todo. No bien concluya el tratamiento se lo devolverá s su ambiente natural.

Se estima que es un ejemplar juvenil que quedó relegado y terminó en la Balandra