Las prepagas podrán aumentar hasta un 12%

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El gobierno nacional autorizó a las empresas de medicina prepaga a aplicar un aumento en las cuotas de hasta un 6 por ciento en marzo y hasta un 6 por ciento en abril, que serán complementarios y acumulativos al incremento aprobado para enero pasado, del 9 por ciento

La medida se tomó a través de la resolución 459/2022 del Ministerio de Salud que fue publicada ayer en el Boletín Oficial. La decisión, que lleva la firma de la ministra Carla Vizzotti, autoriza “a todas las Entidades de Medicina Prepaga aumentos generales, complementarios y acumulativos de aquel que ha sido aprobado para el mes de enero de 2022 mediante la Resolución Nº 2125/21 del Ministerio de Salud, de hasta un seis por ciento a partir del 1º de marzo de 2022 y de hasta un seis por ciento a partir del 1º de abril de 2022”.

La norma determina también que los aumentos autorizados “podrán percibirse una vez cumplida la notificación prevista en el artículo 5°, inciso g, del Decreto Nº 1993/11, modificado por el Decreto Nº 66/19”, que obliga a las empresas del sector a informar a los usuarios los incrementos que se registrarán en el monto de las cuotas con una antelación no inferior a 30 días.

La resolución también especifica que las prepagas “deberán incrementar los valores retributivos de las prestaciones médico-asistenciales brindadas a sus beneficiarios y usuarios, en un porcentaje similar a la Cláusula de Revisión de la Paritaria 2021 negociada entre los prestadores mencionados y la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa)”.

Al argumentar la medida, la cartera sanitaria sostuvo que “del análisis efectuado sobre la evolución de los incrementos de costos del sector desde la fecha del último aumento de cuotas autorizado y considerando especialmente los acuerdos salariales paritarios alcanzados recientemente, se desprende que resulta necesario promover la autorización de nuevos aumentos que permitan garantizar un adecuado financiamiento para afrontar tales costos y mantener la calidad de servicios prestados”.

Y reconoció “que al observar la variación que sufrieron los costos en salud en los últimos años, resulta necesario contemplar que los mayores costos del sector y la inversión que han debido realizar los prestadores para hacer frente a la pandemia y evitar el colapso del sistema sanitario, se vieron asimismo acompañados por la reducción de las tasas de uso de otras prestaciones habituales y/o de rutina no vinculadas con COVID-19 y postergadas en función de la priorización sanitaria de esta enfermedad lo que repercutió, al mismo tiempo, en un menor ingreso económico por tales prestaciones para los prestadores”.

 

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