Rubén Pedro Muñiz
Edición Impresa | 11 de Marzo de 2022 | 03:18

Fue pionero del TC Pista y uno de los pilotos más importantes de la Región; corrió en Turismo Nacional y luego en Turismo Carretera, pero además brindó su total y desinteresado apoyo a numerosas camadas de pilotos, por eso el fallecimiento de Rubén Pedro Muñiz provocó numerosas muestras de pesar en distintos ámbitos.
Había nacido el 20 de julio de 1936, en Jacinto Arauz, La Pampa. Sus padres fueron Luisa Baturraro y Pedro Muñiz y creció junto a sus hermanas Nancy y Niti.
Pasó su infancia y parte de su juventud en Mar del Plata, pero a los 20 años se mudó a La Plata donde formó su familia, se desarrolló laboralmente y se vinculó al automovilismo, una de sus grandes pasiones.
Los primeros años trabajó en el área de mecánica de una línea de micros, pero en 1963 montó su propio taller dedicado a la rectificación de motores, en la zona de 9 y 70, comercio que aún sigue en actividad.
Empezó a correr en la categoría “cafeteras” y representó a La Plata primero en Turismo Nacional, a fines de la década del setenta, con Fiat 125 y Peugeot 504. Luego debutó junto a Emilio Satriano en Turismo Carretera; desde los ochenta manejó autos Chevrolet, Ford y Dodge.
A mediados de la década del noventa, junto a Néstor Apella y Enrique Pourciel hijo, fue uno de los pioneros en la formación de la categoría TC Pista. En 1995 fue el ganador del Mini Torneo Presentación, con Ford, al vencer en las dos competencias que se disputaron en Balcarce y Buenos Aires.
Además participó en categorías zonales y en la Fórmula 2 biplaza Bonaerense, de gran actividad en el circuito de Estancia Chica.
El “Indio” Muñiz, como se lo conocía en el mundo del automovilismo, mantuvo intacta su pasión por las carreras y a los 80 años preparó su propio auto para correr en la categoría TC 2000 platense.
Sus allegados lo describieron como un hombre sensible, solidario y con un gran sentido de la amistad.
De su unión con Gladys Amalia García nacieron sus hijos Rubén Oscar y Raúl Darío.
Luego se casó con Ana María Zulli y la familia creció con el nacimiento de Marcela Alejandra. También tuvo la felicidad de convertirse en abuelo de 6 nietos por los que se desvivía.
Para sus hijos fue una figura incondicional que los apoyó en cada uno de sus proyectos hasta verlos cumplir sus metas.
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