“Competencia oficial”: Cohn y Duprat se meten con el mundillo de los actores
Edición Impresa | 13 de Marzo de 2022 | 02:55

Los cineastas argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat se han convertido en dos de los nombres más codiciados del mundo audiovisual hispanoamericano: creadores de cintas como “El hombre de al lado”, filmada en la casa de Le Corbusier aquí en La Plata, y de proyectos como la recordada “TV Abierta”, los dos realizadores emprenden ahora una nueva aventura en “Competencia oficial”, película que se mete con el mundillo del cine (como hicieran con el arte contemporáneo en “El artista”) y que marca su desembarco en España.
La dupla llegó a Europa precedida por su fama, motivo por el cual la cinta que se estrena en cines argentinos el jueves está protagonizada por dos de los actores más codiciados de España y el mundo, Antonio Banderas y Penélope Cruz, esta última nominada al Oscar por su papel en la última película de Pedro Almodóvar, “Madres paralelas”, disponible en Netflix. La tercera pata del filme es Oscar Martínez, con quien ya colaboraron en “El ciudadano ilustre”. Los tres, claro, canalizarán el habitual tono exasperado de las comedias de Cohn y Duprat: de hecho, los realizadores confiesan que siempre piden a sus actores que actúen en sus películas como si hicieran un drama, por más cómica que pueda resultar la situación.
Banderas, Cruz y Martínez, protagonistas “Competencia oficial”, la comedia de Cohn y Duprat que se mete con los divismos de los actores. Se estrena el jueves en salas locales
Ese punto de magia es el que marca definitivamente la desternillante narrativa de “Competencia oficial”, una sátira ácida, salvaje y sumamente divertida que Duprat definió como “una película de una puesta en escena muy sofisticada pero con mucha carga radioactiva dentro”.
“Y pirotecnia”, añadió por su parte Cohn, quien precisa que todo ello se hace siempre “con la mayor estima por el espectador, porque sabemos que el nuestro es un espectador inteligente que sabe reírse” de sus propuestas: “Todas nuestras pelis parten de esa premisa”, apunta.
Cohn declaró que la única premisa de la que partieron es que “tenía que ser incómoda”. “Remite”, reconoció, “a otras obras nuestras, pero siempre en complicidad con los actores, que actúan en clave de drama. Es casi una actuación documental, por más que la situación sea comedia. Uno tiene que salir de ahí con una sonrisa”.
GUION CORAL
Los directores, autores también del guion de “Competencia oficial” junto al hermano de Duprat, Andrés, colaborador habitual en las exitosas películas que codirigen los argentinos, como “El hombre de al lado” o “Mi obra maestra”, cuentan que hace años que querían rodar con Banderas y Cruz, y el deseo era mutuo. De hecho, el proyecto empezó hace cuatro años en la casa de Banderas en Londres, con un folio en blanco que fueron escribiendo en grupo. “No sabíamos qué íbamos a hacer hasta que pensamos en narrar el proceso de creación actoral, que no estaba visto en ninguna peli”, señaló Cohn.
Un personaje así solo se puede hacer defendiendo cien por cien su realidad porque ella no contempla la realidad de los demás, la única que vale es su verdad y eso es lo que hace a alguien tan tarado”
Penélope Cruz
Protagonista de “Competencia oficial”
“Cada uno puso su bagaje y su experiencia, así que nos nutrimos del aporte y de la complicidad del grupo. Ese aporte tenía que ser un poco maléfico para que la colisión funcionase. Sin ellos, habría sido otra película”, apuntó Duprat.
Los directores relataron que trabajaron con un guion coral, “donde cada uno aportó su cuota de veneno”; y que partieron de la única premisa de que tenían que pasarlo bien rodando, porque “los rodajes son muy aburridos”. “Rodamos con una cámara testigo y dejamos que los actores se explayaran en planos largos donde todas las tomas se trataban como máster. Esto solo se puede hacer si cuentas con actores tan enormes como estos”, explicó Cohn.
Duprat afirmó que los actores “fueron muy generosos” porque “se expusieron mucho”, pero a cambio, dijo, “tuvieron una película donde pudieron actuar, porque no siempre en las películas el actor puede desarrollar su ‘expertise’ actoral y la puesta en escena que teníamos les daba todavía más libertad para actuar. Creo que disfrutaron mucho”.
Cohn añadió que no querían “caer en el lugar común del género de ‘la película que habla de la película’”. “Nosotros -aseguró- tenemos como un desapego con el cine, porque no somos cinéfilos ni tenemos esa nostalgia por el celuloide ni ese cariño por los tachos de luces, entonces podíamos hacer una versión descarnada en la que, obviamente, necesitábamos a los actores para lograr ese tono de complicidad, pero tampoco queríamos hacer una comedia, eso estaba claro”.
Mi personaje se cree por encima del bien y del mal, y eso mismo lo condena, tiene una ideología que lo justifica, que es su guarida, pero obviamente es un mediocre que tiene una envidia profunda a Félix”
Oscar Martínez
Protagonista de “Competencia oficial”
“Lo que nosotros pedíamos era que actuasen drama, si por cualquier motivo al final tiene que salir la risa porque no se aguanta la presión, pues que suceda. Pero en todas nuestras películas intentamos que los actores no actúen comedia por más que la situación pueda resultar cómica”, explicó Cohn, mientras Duprat agrega que eso “requiere también un cierto ejercicio del espectador”, que debe tomar parte.
“Nosotros compartimos el gusto por las películas divertidas, sin que eso quiera decir comedia gruesa para toda la familia, de esas de la tele, no”, concretó Duprat, quien defendió que “hay montones de películas de altísima sofisticación y a la vez muy divertidas; humildemente -añade- apuntamos a eso”.
LA TRAMA
“Competencia oficial” parte del capricho de un multimillonario que quiere hacer una película para dejar huella; para ello, contrata a un equipo estelar formado por la inasequible cineasta Lola Cuevas (Cruz), reconocida como fenómeno mundial, y a los dos mejores actores del momento, dueños de un talento enorme, pero con un ego aún más grande.
Son el atractivo y seductor artista de Hollywood Félix Rivero (Banderas) y el actor de teatro radical, minucioso y perfeccionista Iván Torres (Martínez), dos leyendas cada uno en lo suyo, de caracteres absolutamente irreconciliables.
La película es una metáfora de la vida en general, la jungla en la que todos estamos, los periodistas también y los políticos ni te cuento”
Antonio Banderas
Protagonista de “Competencia oficial”
La directora decide llevarlos al extremo, obligándoles a realizar una serie de pruebas cada vez más raras para entrar en los roles que les tiene asignados, hasta que el enfrentamiento entre ambos se hace insoportable. El resultado es que cada una de las escenas resultan delirantes, quizá por ese toque personal de Duprat y Cohn de reírse seriamente de todo.
Cohn, Duprat y los protagonistas de “Competencia oficial”, en la bienal de Venecia, donde la primera película de la dupla en España fue presentada
Y en la que Cruz sorprende con su personaje más excéntrico y divertido. “Con este personaje me he dado permiso para pasar unos meses en la cabeza de un ser que no tiene ningún tipo de filtro, que le da igual lo que piensen los demás de ella”, dijo la intérprete nominada al Oscar. “No es una persona feliz ni amable, ni siquiera creo que sea una buena persona, pero ha sido muy divertido intentar ponerme en su piel. Un personaje así solo se puede hacer defendiendo cien por cien su realidad porque ella no contempla la realidad de los demás, la única que vale es su verdad y eso es lo que hace a alguien tan tarado”.
Banderas también interpreta a un personaje alejado de él, a pesar de algunos guiños que deja la película. “Para mi los actores son seres muy vulnerables que usan todas las armas que la vida les ha dado para sobrevivir, la película es una metáfora de la vida en general, la jungla en la que todos estamos, los periodistas también y los políticos ni te cuento”, afirmó el actor, para quien “tenemos una comedia muy inteligente que reflexiona sobre la hipocresía, la forma que tenemos de vernos los unos a los otros y básicamente habla sobre la idiotez”.
Cada uno puso su bagaje y su experiencia, así que nos nutrimos del aporte y de la complicidad del grupo. Ese aporte tenía que ser un poco maléfico para que la colisión funcionase”
Gastón Duprat
Director de “Competencia oficial”
El tercer vértice del triángulo lo forma el argentino Oscar Martínez, que encarna a un actor con un férreo discurso ético que se cree por encima del bien y del mal: “Y eso mismo lo condena, es muy inconsciente de su propia naturaleza, tiene una ideología que lo justifica, que es su guarida, pero obviamente es un mediocre que tiene una envidia profunda a Félix”.
La película lleva al extremo las manías o los caprichos de las estrellas, que los propios actores contaron a los escritores del guión: aunque el malagueño ha bromeado con que “no eran cosas tan exageradas”, defendió que los directores argentinos “siempre encuentran el punto ridículo” y aplaudió su capacidad para reírse de ello. Sobre esto, Penélope Cruz destacó que los directores “sacan humor de situaciones absurdas, pero sin ridiculizar la profesión”.
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