Boicot al canciller ruso en el foro de Derechos Humanos de la ONU
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2022 | 03:09

GINEBRA
Rusia acudió ayer al mayor foro internacional sobre los derechos humanos en Ginebra para justificar con todo un arsenal de argumentos su guerra contra Ucrania e hizo oídos sordos a los pedidos de la comunidad internacional de detener su operación militar, mientras que la Unión Europea (UE) y EE UU dijeron que los responsables deberán rendir cuentas de sus actos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó al Gobierno de Kiev de ser “neonazi” y de maltratar y violar los derechos de la población rusohablante en Ucrania desde 2014, cuando un movimiento ciudadano logró la caída del entonces presidente, Viktor Yanukovich, aliado cercano de Moscú.
Lavrov habló por videoconferencia ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acerca de supuestas “fosas comunes encontradas en la región del Donbás”, con muertos causados por bombardeos de Ucrania contra las regiones de Lugansk y Donetsk, con importantes comunidades rusohablantes, que hace ocho años cayeron bajo control de grupos separatistas que contaban con el apoyo de Rusia.
El ministro, que lleva 18 años como jefe de la diplomacia rusa y es considerado uno de los colaboradores más próximos al presidente Vladimir Putin, tenía previsto plantar cara al Consejo de Derechos Humanos y exponer su argumentación en persona, pero las sanciones actuales impedían que su avión sobrevolara varios países europeos de camino a Suiza.
Lavrov evitó pasar en persona el desaire que le prepararon todas las delegaciones occidentales del Consejo de Derechos Humanos, a las que se unieron varias de Latinoamérica, que dejaron la sala cuando apareció en pantalla, con un mensaje grabado previamente.
Más temprano, Lavrov compareció también de manera virtual en la Conferencia de Desarme de la ONU, que se reúne paralelamente en Ginebra, para denunciar como “inadmisible” la existencia de armas nucleares estadounidenses en Europa y reiterar la exigencia de Moscú para que la OTAN le presente garantías de seguridad.
Pocas horas después fue el turno del jefe de Exteriores de Estados Unidos, Antony Blinken, quien denunció la magnitud de los ataques rusos contra centros urbanos en Ucrania, que han causado la huida masiva de sus residentes hacia otras regiones del país o a algunos de los países en su frontera occidental, así como cientos de muertos y heridos, decenas de ellos niños. (EFE)
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