VIDEO. Descontrol urbano: en La Plata, la violencia no tiene freno
Edición Impresa | 21 de Marzo de 2022 | 03:13

Anomia en estado de máxima pureza. Ese concepto tal vez pueda explicar lo sucedido ayer por la madrugada a metros de Plaza Moreno, cuando un joven automovilista se le ocurrió desafiar a la autoridad, hacer caso omiso a un control de tránsito y acelerar a fondo, no importándole lo que se le cruzara por el camino.
En este caso, un inspector municipal fue quien pagó las consecuencias de ese accionar desapegado a las normas y a cualquier tipo de convivencia social.
El agente tuvo la mala fortuna de quedar en la línea de acelerada y no tuvo más remedio que inclinarse sobre el capot del coche para evitar que lo arrollara.
De todas formas, en medio de vanos intentos por lograr que frenara su marcha, la víctima viajó colgada durante tres cuadras y, a tal velocidad, que cuando lo despidió el vehículo, pegó fuertemente su cabeza contra el pavimento y sufrió una fractura de cráneo.
Ahora quedó internada en observación en el Hospital Italiano, en una sala común, y al cierre de esta edición era evaluado por un equipo médico para saber si es necesario adoptar alguna conducta neuroquirúrgica de urgencia .
SEVERA IMPUTACIÓN
El acusado fue identificado por la Policía como Thiago Villiani (20), quien tiene domicilio en la localidad de Tolosa y quedó detenido en una causa caratulada como “tentativa de homicidio agravado por la participación de un menor”.
Es que en todo su derrotero terminó con su captura en las calles 14 y 45, cuando intentaba escapar caminando junto a una chica de 17 años.
Su rodado lo había dejado estacionado en 15 entre 46 y 47, donde la Policía realizó distintos peritajes.
Se trata de un VW Siena, patente MPC-388, sobre el que no se informó impedimentos de ninguna naturaleza, más allá de sus vidrios polarizados.
El agente municipal se llama Jorge Tapa. Está internado en el hospital Italiano, con fractura de cráneo
La investigación quedó a cargo del fiscal Juan Menucci, quien en las próximas horas le tomará declaración indagatoria.
Demás está decir que la imputación que pesa sobre el conductor, a priori, no cuenta con alternativas de una pronta excarcelación. “Diría que es todo lo contrario”, anticipó una fuente cercana a la pesquisa.
El episodio ocurrió en la intersección de las calles 13 y 50, minutos después de la una de la madrugada.
Cuando los agentes intentaron ingresar en un corredor marcado por conos a un Fiat Siena negro con vidrios polarizados (no contaba con las características reglamentarias), se desató el desmadre.
Las fuentes precisaron que “el vehículo comenzó a circular alrededor de un corredor y un agente de la Guardia Urbana de Prevención (GUP), que se desplazaba delante del auto, procuró posicionarlo con el objetivo de que sus compañeros le requirieran la documentación correspondiente”.
“En ese momento, el agente se percató de que el conductor tenía intenciones de darse a la fuga. El auto lo tocó y cayó arriba del capot, mientras comenzó a acelerar rápidamente. Por eso se agarró de la trompa del auto”, agregaron los mismos voceros.
“Compañeros, inspectores y oficiales de Policía intentaron maniobrar para detener el automóvil, pero el conductor se dio a la fuga con el inspector sobre el capot del auto a alta velocidad”, refirió el reporte oficial.
“Al llegar a la esquina, el conductor dobló a su derecha tomando diagonal 73 y, de ahí, hasta calle 15, donde frenó de golpe y dobló, saliendo despedido el agente”, se indicó.
El auto apareció abandonado en la calle 15 entre 46 y 47 / EL DIA
“Se trata del inspector municipal Jorge Tapa (49), quien golpeó varias veces contra el asfalto y quedó tendido en estado crítico”, agregaron.
Por el hecho, concurrieron al lugar agentes del GUP, comisaría primera y Comando de Patrulla, que pidieron la presencia de un equipo del SAME y salieron a la búsqueda del automovilista.
El procedimiento fue seguido y captado por las cámaras municipales del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), que fue brindando las coordenadas y posicionamientos a todos los móviles.
A dos cuadras del lugar donde se encontraba tendido el agente, sobre la calle 15 casi esquina 46, un taxista comenzó a hacer luces y señas. Es que ahí estaba el vehículo buscado, sobre la mitad de cuadra, estacionado y sin ocupantes.
Fue un vecino que se encontraba en el balcón de su casa el que observó la secuencia del hecho y vio cómo los ocupantes salieron caminando después de dejar el coche. Ese dato resultó vital para el desenlace del operativo.
Es que a una cuadra de distancia, dentro de un kiosco, estaba la pareja comprando agua. “El joven llevaba la tarjeta verde y la llave del auto en su poder”, refirió un informante.
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