El Presidente lanzó reproches en la interna y se mostró con el Gabinete

El presidente, Alberto Fernández, lanzó ayer fuertes declaraciones en plena escalada con el kirchnerismo duro, que lideran Cristina Fernández y Máximo Kirchner. “Las decisiones las tomo yo”, había dicho a la mañana. Por la tarde, encabezó un acto sintomáticamente gestual en el que se mostró junto a la integridad de todo su gabinete, transmitiendo que, a pesar de las internas, su gobierno “sigue funcionando”. Y también lamentó que no lo acompañarán en el acuerdo con el FMI.

Se trató de un acto a puertas cerradas que el Presidente encabezó en el Museo del Bicentenario, por el Día del Agua. Se mostró allí junto a asesores y ministros de su órbita, gobernadores cercanos e incluso jefes provinciales opositores.

No faltaron representantes del ala más pura del cristinismo, como el ministro político Eduardo “Wado” de Pedro, que ejerce las veces de puente entre el Senado y la sede del Ejecutivo; el ministro de Justicia, Martín Soria; y el secretario de Energía, Darío Martínez.

El encuentro, convocado para debatir cuestiones vinculadas al cambio climático, estaba previsto para las 11.30 en el Museo del Bicentenario. A diferencia de otras veces, la reunión se hizo a puertas cerradas, sin prensa ni argumentos sobre sus motivos.

La intención de mostrar la presencia de ministros del ala kirchernista fue la de intentar plasmar que el Gobierno sigue funcionando pese a los cortocircuitos internos en el Frente de Todos.

“FUERTES DECLARACIONES”

Momentos antes del acto, en declaraciones radiales, Fernández había afirmado: “Valoro a Máximo y a Cristina, pero no existe la presidencia colegiada, las decisiones las tomo yo”.

Y añadió, sobre los cortocircuitos que ambos sectores de la alianza gobernanete vienen manteniendo, que “la política no es imponer una mirada sino sentarse a negociar, pero cuando no se llega a un acuerdo, uno tiene que decidir”.

Los funcionarios más cercanos a la Vicepresidenta aceptaron participar del mensaje, aunque se desconoce cómo continuará el quiebre en la coalición nacional.

“Hay gestión. No vivimos en interna”, dijeron en la Casa Rosada sobre el plano político del encuentro.

Participaron también el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el canciller Santiago Cafiero; el ministro de Turismo, Matías Lammens; el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié; y la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, todos cercanos al primer mandatario

PRESENCIA DE KICILLOF

En el cónclave, además, hubo mayoría de gobernadores del PJ de afines al Presidente: el bonaerense, Axel Kicillof, que desde el año pasado más alineado con la Casa Rosada que con el kirchnerismo; de Catamarca, Raúl Jalil; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; de La Pampa, Sergio Ziliotto. Por videoconferencia participaron los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Inclusive formaron parte de la partida los caciques radicales de Juntos por el Cambio por Jujuy, Gerardo Morales; por Corrientes; Gustavo Valdés; y por Mendoza, Rodolfo Suárez. Los gobernadores vinculados a Cristina Kirchner, como Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Gildo Insfrán (Formosa), mandaron a sus vices; al igual que el tucumano Osvaldo Jaldo, que encargó la participación a Sergio Mansilla. Desde el Gobierno aseguraron que el encuentro estaba preestablecido y buscaron desmarcarlo de la interna.