Inflación y metas: el acuerdo, en el foco de analistas
Edición Impresa | 27 de Marzo de 2022 | 05:36

El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el viernes en su sede en Washington el acuerdo técnico alcanzado con la Argentina para el refinanciamiento de una deuda de casi U$S45.000 millones. Tras el respaldado de ambas cámaras del Congreso y el aval del organismo, darán inicio formal al nuevo programa económico con el que el país afrontará un compromiso tomado por la administración del expresidente Mauricio Macri en 2018.
Al respecto, y ante la consulta a diversos especialistas en economía internacional para develar qué implica esta situación en el corto plazo, Alberto Ramos, jefe del equipo de investigación macroeconómica de Latinoamérica del banco de inversión estadounidense Goldman Sachs, “la aprobación del nuevo programa y el gran primer desembolso deberían contribuir a reducir el riesgo financiero a corto plazo, pero eso ya está mayormente en el precio”.
Según el especialista, “lo que puede generar volatilidad financiera adicional son las formas heterodoxas que está utilizando el gobierno para controlar la inflación (persuasión moral sobre productores y minoristas)”. Menciona también como factores de volatilidad “las aparentes luchas internas dentro del gobierno con la vicepresidenta (Cristina Fernández) Kirchner cada vez más distante y crítico con la administración de Alberto Fernández. Eso podría debilitar la gobernabilidad en el futuro”.
Por su parte, Jorge Piedrahita, analista económico y CEO de Gear Capital Partners, señaló que pese a la aprobación del directorio del FMI al préstamo de Argentina, “el Departamento del Tesoro (de Estados Unidos) tiene una posición muy crítica de esta transacción”.
En ese sentido, afirmó que “la aprobación dará un sentimiento de alivio porque Argentina no cae en el precipicio de una crisis financiera mayor en el corto plazo”. Aún así, el analista precisa que “con el continuo enrarecimiento del contexto político, el fantasma e incertidumbre de un crisis seguirá vigente y cualquier suba en los activos será muy acotada”, según Bloomberg.
El Gobierno se comprometió a cumplir ante el FMI una serie de metas macroeconómicas
En tanto, Nikhil Sanghani, economista para Latinoamérica de Capital Economics, es escéptico del impacto que pueda tener en la economía argentina en el corto plazo, y argumentó: “Ya ha habido una reacción silenciosa por parte de los inversores a su aprobación en el Senado la semana pasada (que fue el principal obstáculo político), por lo que es poco probable que la confirmación final del acuerdo aumente la confianza en las perspectivas económicas del país”.
El economista Miguel Kiguel diagnosticó que tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional el valor del dólar oficial se moverá “más o menos en línea con la inflación”, mientras que ésta última variable superará al total del año pasado.
“El dólar ya había escapado mucho cuando se fue a 230 y después volvió a niveles de 200, que dista de ser un veranito”, resumió el especialista sobre la evolución del precio de la divisa estadounidense en los últimos meses.
Desde su punto de vista, cuando el dólar llegó a cotizar a $230 “tenía dentro mucho temor a que no hubiera programa con el Fondo, que la cosa se desbandara y que la inflación se escapara”.
Qué implica el acuerdo
En el programa económico que tendrá una vigencia de dos años y medio, el Gobierno se comprometió a cumplir una serie de metas macroeconómicas que serán exigibles por parte del FMI como condición para habilitar desembolsos trimestrales, que le servirán al Estado argentino para cumplir con el calendario de vencimientos con el organismo.
Junto con el acuerdo, que recibió el 100% de aprobación del board del FMI, el organismo aprobó el desembolso de U$S9.650 millones de forma inmediata y dio la posibilidad al país de correr el pago de los próximos dos vencimientos sin caer en default.
El programa, que es el vigésimo segundo para Argentina desde que se unió al FMI en 1956, reemplaza a uno fallido por U$S57.000 millones de 2018, que fue el mayor de la historia del organismo, asumido por la gestión de Macri.
A grandes rasgos, durante 2022 el gobierno de Alberto Fernández deberá mostrar, de acuerdo al nuevo programa económico, un déficit primario de, como máximo, 2,5% del PBI, una monetización del rojo fiscal equivalente al 1% del PIB y una adición neta de divisas en las arcas del Banco Central de U$S5.800 millones.
El acuerdo con el FMI establece que habrá 10 desembolsos y revisiones trimestrales. El primero, por U$S9.800 millones, “permitirá tener un colchón de un trimestre frente a los próximos vencimientos que le da aire a la dinámica de revisiones cada tres meses”, donde la Argentina deberá cumplir con las metas fiscales previstas.
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