Boicot de las artes: la industria cultural se le planta a Rusia
Edición Impresa | 6 de Marzo de 2022 | 02:24

En medio del conflicto con Ucrania, Hollywood canceló esta semana sus estrenos en Rusia, varios artistas decidieron no realizar sus giras por el país de Putin y hasta Natalia Oreiro, recientemente nombrada ciudadana rusa, pidió la paz entre los dos países: la cultura, y sobre todo la industria cultural, que tantas veces ha elegido permanecer al margen de los conflictos internacionales, tomó esta semana firma postura contra la invasión rusa.
La reacción cultural incluyó incluso al Festival de Cine de Cannes, que dijo que ninguna delegación rusa sería bienvenida este año, mientras el Festival de Venecia anunciaba proyecciones gratuitas de una película sobre el conflicto de 2014 en la región oriental de Donbás en Ucrania. Es parte de un boicot al cine ruso global, que incluye a la Academia de Cine Europeo.
Los anuncios de los dos principales festivales de cine de Europa se produjeron inmediatamente después de otras protestas prominentes en las artes, incluida la decisión de Hollywood de retirar películas que iban a estrenarse en Rusia y la decisión de la Filarmónica de Múnich de despedir al director principal Valery Gergiev. La orquesta, junto con otras orquestas y festivales vinculados a Gergiev, citó el apoyo del músico al presidente ruso Vladimir Putin y su negativa a rechazar la invasión.
Cannes, que está programado para mayo, es el festival de cine más global y su villa internacional recibe anualmente a más de 80 países del mundo. En un comunicado, los organizadores del festival dijeron que la prohibición de cualquier delegación oficial rusa o personas vinculadas al Kremlin se mantendría “a menos que la guerra de asalto termine en condiciones que satisfagan al pueblo ucraniano”. El festival no descartó, de todos modos, proyectar filmes rusos.
El boicot es una medida simbólica y solidaria, pero también una sanción económica
Hollywood, en tanto, continúa retirando sus películas de los cines rusos. Después de que Walt Disney Co., Warner Bros. y Sony anunciaran que dejarían de distribuir películas en Rusia, Paramount Pictures se les unió y dio de baja la llegada de “Sonic the Hedgehog 2” y “La ciudad perdida” al país del vodka. “Red”, la nueva de Pixar, “Belfast”, “Ambulance”, “The Bad Guys”, “Jurassic World Dominion” y, claro, la esperada ”The Batman” son algunos de los títulos afectados por la medida tomada por los grandes estudios de la meca del cine.
“Dada la invasión no provocada de Ucrania y la trágica crisis humanitaria, estamos poniendo en pausa el estreno de películas en Rusia, incluida la próxima ‘Turning Red’ de Pixar’’, dijo un portavoz de Disney en un comunicado. “Tomaremos futuras decisiones comerciales en función de la evolución de la situación. Mientras tanto, dada la escala de la crisis de refugiados emergente, estamos trabajando con nuestras ONG asociadas para brindar ayuda urgente y otra asistencia humanitaria a los refugiados”.
También Netflix se cruzó de brazos: a principios de semana anunció este lunes que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que entró en vigor el lunes y que obliga a la plataforma a incluir contenidos de una veintena de canales públicos para poder operar en el país. La legislación impone la emisión de contenidos de medios cercanos al Kremlin como Channel One, la cadena de entretenimiento NTV y el canal de la Iglesia Ortodoxa.
ESTRELLAS SOLIDARIZADAS
Y no solo los estudios han reaccionado, sino también sus estrellas: la pareja formada por los actores Ryan Reynols y Blake Lively se ha aliado con ACNUR y ha pedido a sus seguidores que donen dinero para los refugiados ucranianos. Ellos se han comprometido a aportar un millón de dólares cuando las donaciones alcancen esa misma cantidad. “En 48 horas, muchos ucranianos se han visto obligados a huir de sus hogares a países vecinos. Necesitan protección”, ha dicho el actor.
Actores como Arnold Schwarzenegger, Mark Ruffalo, Ashton Kutcher, Milla Jovovich o Javier Bardem, quien se manifestó ante la embajada de Rusia en Madrid, han mostrado a través de las redes sociales su solidaridad con el pueblo ruso y el rechazo a la invasión. Y también Cher, Madonna y Elton John han condenado la invasión de Ucrania y la actitud de Putin.
“Putin devorará países soberanos, hasta que resucite a la URSS”, ha dicho Cher; Elton John mostró su oposición a los bombardeos en un concierto en Nueva York: “Absolutamente espantoso. No hay justificación para esto”. Y Madonna ha comparado al dirigente ruso con Hitler.
Los grandes estudios suspendieron sus estrenos: Rusia se queda sin “Batman”
Nick Cave and the Bad Seeds, en tanto, han cancelado sus actuaciones previstas en Rusia y Ucrania este verano, al igual que otros artistas como Iggy Pop, Franz Ferdinand, Louis Tomlinson -de One Direction- o el grupo estadounidense Green Day: la música también se le plantó a Rusia esta semana, con la Unión Europea de Radiodifusión como pionera, anunciando que a Rusia no se le permitiría participar en un acto para el Festival de la Canción de Eurovisión de este año, que se llevará a cabo en Turín en mayo.
La ganadora del concurso de Eurovisión de 2016 fue la cantante ucraniana Jamala, que ganó con una canción sobre las deportaciones de tártaros de Crimea en 1944 por parte del dictador soviético Josef Stalin. El martes, se supo que había huido de Ucrania a Turquía con sus dos hijos. Jamala, una tártara de Crimea, dijo a los periodistas en Estambul que nunca imaginó que terminaría compartiendo el mismo destino que su abuela, de quien dijo que “tenía solo 15 minutos para empacar” durante las deportaciones forzadas de 1944.
Las medidas no son solo simbólicas y solidarias, claro: desde la incursión de Rusia en tierras ucranianas ha aumentado la presión del bloque occidental para romper los lazos comerciales con el país por la guerra en Ucrania. “Soft power”: las sanciones económicas occidentales hicieron que el rublo ruso cayera en picada el lunes cuando numerosas naciones intentaron bloquear los bancos rusos.
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