Golpes, alcohol y una pulsera: investigan un crimen a la salida de un baile
Edición Impresa | 25 de Abril de 2022 | 01:09

La zona de 122 entre 70 y 71, en el barrio El Mondongo, se vio convulsionada ayer por la mañana a raíz del fuerte operativo por el hallazgo de una persona tendida en la vereda y sin signos vitales.
Según precisaron fuentes policiales, un grupo de efectivos concurrió al lugar con la información de que un hombre se había desvanecido, mientras esperaba el micro.
Al llegar al lugar, los uniformados corroboraron los datos que transeúntes y vecinos habían brindado al 911. Sobre la vereda yacía un sujeto en estado de inconsciencia.
Minutos después arribó una ambulancia del SAME, que se encargó de trasladar al hombre hasta el Hospital San Martín, en donde se produjo su fallecimiento, a raíz de una serie de presuntos golpes, que presentaba en distintas partes del cuerpo.
La víctima fue identificada por la Policía como Ramón Lesme Martínez (45).
En una primera instancia, la hipótesis que comenzó a construirse señalaba que la víctima era vecino de la zona y que se encontraba esperando el micro para ir a trabajar cuando fue abordado por ladrones que lo atacaron con la intención de apoderarse de sus pertenencias.
Ese era el dato que se manejaba ayer entre los curiosos que se acercaron a presenciar el operativo. Pero, con el correr de las horas, la hipótesis del robo se cayó.
Cuando la Policía procedió al registro de las vestimentas, halló su billetera y su teléfono, un indicio que, en principio, estaría descartando un escenario de asalto.
Con sus documentos en poder de los investigadores, la otra teoría que se desvaneció fue la de que pertenecía al barrio.
Se informó que en el documento de la víctima figura un domicilio ubicado a unas 20 cuadras del lugar del hecho.
En el registro que se hizo, los pesquisas se toparon con un elemento que si bien al principio no generó demasiado interés, horas después se terminó convirtiendo en la punta del ovillo.
Se trata de una pulsera autoadhesiva, que la víctima tenía en la muñeca derecha con el nombre de un local bailable ubicado en las cercanías.
Así se pudo establecer que antes de caer desvanecido en la parada de micros ubicada casi en la esquina de 122 y 70, el hombre había estado en el boliche denominado “Tropiclub”, emplazado en 123 bis y 70.
Esto también cuadró con olor etílico que desprendía la víctima.
Si bien el caso es materia de investigación, todo apunta a que el sujeto pudo haber mantenido un pleito que, potenciado por el alcohol, derivó en una tragedia.
Igualmente, no se descarta que el escenario de la riña haya sido el mismo boliche o, al menos, el lugar en el que se gestó una diferencia que se terminó dirimiendo en las inmediaciones.
En este sentido, será clave la información que se pueda extraer de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la zona
Justamente, ayer, cuando este diario se hizo presente en el lugar, la DDI se encontraba realizando una serie de tareas periciales con el objetivo de hallar algún indicio que permita esclarecer cómo murió Lesme Martínez.
Sobre este aspecto, Walter, dueño del lugar, expresó a este diario que durante la velada no observaron ninguna situación anómala en el interior del boliche.
“Si algo hubiese pasado ya lo estaríamos informando a la Policía. Si vemos que algo raro sucede, inmediatamente intervenimos para solucionar”, expresó.
Hasta el momento, todo apunta a que tras el ataque, el hombre continuó caminando hasta 122 y 70 con la intención de tomar un taxi o un micro. Luego de permanecer unos minutos guarecido en la parada, se desplomó.
Se supo que el fiscal a cargo del caso, Juan Menucci, ya ordenó una operación de autopsia para determinar las causales de la muerte.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE