El presidente de Chile, en una visita oficial

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El presidente de Chile, Gabriel Boric, fue recibido ayer por la tarde en el aeropuerto argentino de Ezeiza por el canciller Santiago Cafiero, en el primer viaje oficial al extranjero del mandatario chileno.

Boric, quien como de costumbre lució un traje sin corbata, fue recibido en el aeropuerto por una banda militar. Al bajar del avión, saludó efusivamente a la comitiva de recepción, incluyendo a la embajadora en Argentina Bárbara Figueroa, por cuya designación el mandatario fue cuestionado en Chile.

El jefe de Estado visitante dará inicio a su agenda el lunes con una ofrenda floral en el Monumento al Libertador General José de San Martín, emblema de las relaciones colaborativas entre ambos países. Posteriormente sostendrá una reunión con su contraparte argentino Alberto Fernández en la casa Rosada, afirmó un comunicado de la cancillería argentina.

Además del mandatario, la comitiva incluye a la canciller Antonia Urrejola, la ministra de Defensa, Maya Fernández, el ministro de Energía, Claudio Huepe, la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana y la de Cultura, Julieta Brodsky, entre otros. Estos funcionarios mantendrán el lunes reuniones con sus pares transandinos.

Boric también visitará el Congreso y se reunirá con la presidenta provisional del Senado argentino, Claudia Ledesma, y de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Mañana martes tiene previstas reuniones de carácter económico, empresarial y energéticas, en las que participarán casi 50 empresarios, según avanzó presidencia de Chile. El objetivo de estos encuentros es establecer estrategias para “un desarrollo sustentable y complementario para la región’’. La agenda del mandatario chileno también incluye actividades de carácter cultural.

Lazos

Boric ha apostado en sus declaraciones previas por intensificar los lazos entre los países de la región. “Es necesario e importante que América Latina vuelva a tener una voz en el mundo, que hace mucho tiempo la hemos ido perdiendo’’, afirmó el presidente más joven de la historia de Chile, con 36 años.

Boric, salió a caminar por el barrio porteño de Palermo y entró a una clásica librería, donde compró cinco libros, uno de ellos del pintor peronista Daniel Santoro y otro de la escritora y periodista Mariana Enríquez.

 

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