Derrota rusa en la ONU: afuera del Consejo de DD HH

El país gobernado por Putin fue suspendido por la invasión a Ucrania, que denunció otra matanza en Kiev y pidió más armas a Occidente para fortalecer la resistencia

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KRAMATORSK, UCRANIA

La Asamblea General de la ONU suspendió ayer a Rusia del Consejo de Derechos Humanos por la invasión de Ucrania, que denunció una nueva matanza en la región de Kiev y pidió armas para resistir a una inminente ofensiva rusa en el este del país.

Rusia consideró que esa suspensión era “ilegal”.

Entre los votos a favor de la suspensión (93) está el del gobierno de Alberto Fernández, a pesar de las diferencias que hay también kirchnerismo sobre la Rusia de Vladimir Putin. Hubo otros 24 sufragios en contra y 58 abstenciones, en medio de presiones diplomáticas desde Moscú, aseguran.

“El Gobierno argentino tiene una tradición de repudio a las violaciones a los derechos humanos en todos los países en cualquier época, no importa el signo político”, señaló ayer la portavoz de la Presidencia argentina, Gabriela Cerruti, en su rueda de prensa semanal.

La alta funcionaria recordó que Argentina preside en 2022 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el órgano intergubernamental más importante dedicado a velar por la protección de los derechos y libertades fundamentales en el mundo.

Mientras, el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, expresó en cambio su agradecimiento y afirmó que a los “criminales de guerra” no les cabe estar representados en esa instancia de la ONU.

El repliegue de las tropas rusas de la región de Kiev sigue revelando los estragos de la guerra.

En Borodianka, al noroeste de la capital, aparecieron 26 cadáveres tan solo en dos edificios bombardeados, informaron las autoridades ucranianas.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció una situación en esa ciudad “mucho más horrible que en Bucha”, donde el fin de semana se hallaron decenas de cadáveres con vestimentas de civil, esparcidos por la ciudad.

Ucrania atribuye las muertes a las fuerzas de ocupación, pero Rusia asegura que fueron montajes.

“UN ULTRAJE A LA HUMANIDAD”

El presidente de EE UU, Joe Biden, denunció que las “señales de violaciones, torturas, ejecuciones” en Ucrania “son un ultraje a la humanidad”.

Ucrania y los países occidentales consideran ese repliegue como parte de una estrategia de Rusia para concentrar fuerzas en el este, donde se aprestaría a lanzar una ofensiva devastadora.

El gobernador de la región de Lugansk, Sergiy Gaiday, indicó que los rusos “cortan todas las vías posibles de salida” en la región e instó a la población civil a partir lo antes posible.

“Los próximos días sean tal vez la última oportunidad de salir”, afirmó Gaiday en Facebook. “No duden en evacuarse”, insistió.

El llamado concierne especialmente a los habitantes de Severodonetsk, la ciudad más oriental bajo control de Kiev, blanco de frecuentes bombardeos.

Los trenes que están evacuando a la población del este de Ucrania quedaron bloqueados por bombardeos rusos sobre la única vía férrea que sigue bajo control gubernamental, indicó el director de los ferrocarriles ucranianos, Olexandre Kamishin.

Los ucranianos temen encontrarse en una situación parecida a la de Mariúpol (sureste), el puerto del mar de Azov que lleva semanas asediado y bombardeado, con miles de personas atrapadas en condiciones atroces.

El “nuevo alcalde” designado por las fuerzas rusas en Mariúpol anunció que “unas 5.000 personas” murieron y “un 60 a 70 por ciento de las viviendas fueron destruidas o parcialmente destruidas” en la ciudad.

Las autoridades ucranianas hicieron un balance “prudente” de 5.000 muertos, pero añadieron que podría haber “decenas de miles de víctimas civiles” y que la ciudad estaba destruida “al 90 por ciento”.

Ucrania reclama la entrega de armamento para enfrentar una ofensiva en el este, que prevé avasalladora. “Vengo a pedir tres cosas: armas, armas y armas. Cuanto más rápido se entreguen, más vidas serán salvadas y se evitarán más destrucciones”, dijo Kuleba al llegar a una reunión en Bruselas con cancilleres de los países de la OTAN. (AFP)

Boicot al carbón
Los países de la Unión Europea acordaron ayer prohibir las importaciones de carbón ruso, las primeras sanciones sobre la vital industria energética de Rusia, por la guerra en Ucrania. La prohibición del carbón le costará a Rusia 4.000 millones de euros (4.400 millones de dólares) anuales

 

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