En un barrio elaboraron una tabla estadística para medir el accionar delictivo

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“Todavía no habitamos el barrio y ya tenemos que lidiar con la inseguridad”. Con esa frase, los vecinos del Barrio Procrear San Carlos sintetizaron la preocupante situación que vienen afrontando por la cantidad de robos que se vienen cometiendo en casas que se encuentran en plena fase de construcción.

Se trata de una escalada de inseguridad que comenzó con el robo de materiales como cemento, arena y ladrillos y que, con el correr de los meses, fue mutando al hurto de todo tipo de aplicaciones.

La apropiación de inodoros, puertas, ventanas, bachas, cableados y llaves térmicas es tan sólo una parte del problema al que se enfrentan las 520 familias que están construyendo su casa en este espacio.

El vandalismo y la destrucción con la que proceden los delincuentes para arrancar los insumos les generan pérdidas aún mayores que el valor de los objetos que se llevan.

Según expuso una representante, la problemática, que se viene agravando desde hace 7 meses, los condujo a tener que tomar nota de los hechos. Así pudieron elaborar una tabla estadística que les permitió llegar a una serie de conclusiones.

Gracias al minucioso trabajo que hicieron, pudieron establecer un promedio de cuatro robos por mes. Además, se pudo detectar que la mayoría de los robos que se produjeron en un lapso de 3 meses fueron cometidos en propiedades que se encuentran próximas a la avenida 155.

Sobre este punto afirman que no se trata de una elección caprichosa de los ladrones sino que en ese sector “están dadas todas las condiciones para delinquir” por los constantes problemas en el alumbrado y la falta de patrullaje.

Desde el barrio señalan que han ensayado distintas soluciones como la contratación de seguridad privada y el establecimiento de canales de diálogo con el Municipio y con la subcomisaría La Unión.

En esta línea, los vecinos afirman que se encuentran desamparados y que ya no saben a quién más recurrir. “Necesitamos apoyo. Estamos pronto a poner cámaras de seguridad. Todo con aportes de los vecinos. Así y todo, los delincuentes rompen el alambrado y las luminarias e ingresan. Desde el rol de vecino, más no se puede hacer”, expusieron.

 

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