Tensiones por la OTAN: Suecia y Finlandia pidieron entrar

Ambos países nórdicos presentaron formalmente sus solicitudes de ingreso a la alianza atlántica. Satisfacción de EE UU, aunque Turquía rechazó abrir el proceso de adhesión

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BRUSELAS

Finlandia y Suecia abandonaron décadas de no alineamiento militar y formalizaron ayer sus pedidos de adhesión a la OTAN, una consecuencia directa de la invasión de Ucrania por Rusia que está reconfigurando el mapa de la seguridad en Europa.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en Bruselas que la solicitud de adhesión de Finlandia y Suecia es un paso “histórico”, aunque las candidaturas enfrentan la oposición de Turquía, un miembro clave de la alianza transatlántica.

Por su parte el presidente de EE UU, Joe Biden, dio un “firme apoyo a las históricas candidaturas” y expresó que trabajaría con ambos países para “para mantenerse alerta ante cualquier amenaza a nuestra seguridad común”, según un comunicado de la Casa Blanca. Además Washington reabrió su embajada en la capital ucraniana, cerrada justo antes de la ofensiva rusa.

La entrada de nuevos países a la OTAN requiere el voto unánime de los miembros de la alianza y Turquía se opone porque afirma que los dos candidatos protegen a presuntos extremistas kurdos.

Pero los otros miembros de la OTAN esperan revertir la postura turca. El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se reunió en Nueva York con su homólogo de Turquía, Mevlut Cavusoglu, para acercar posiciones.

En el plano diplomático, el Kremlin anunció la expulsión de 27 diplomáticos españoles, 34 franceses y 24 italianos, unas medidas denunciadas por los países concernidos.

En el frente económico, y para combatir la crisis alimentaria mundial, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió a Moscú que no obstaculice las exportaciones de grano ucraniano y a Occidente que abra el acceso de los fertilizantes rusos a los mercados mundiales.

MEDIADORES EN AZOVSTAL

En el terreno, en la devastada ciudad de Mariúpol (sureste), sobre el mar de Azov, una unidad de soldados ucranianos resiste atrincherada desde hace semanas en la planta siderúrgica de Azovstal, aunque Rusia afirmó ayer que 959 combatientes ya se rindieron en los últimos días.

La caída de Mariúpol sería un paso importante en la estrategia del presidente ruso, Vladimir Putin, de concentrar su ofensiva en el este y el sur de Ucrania después de verse obligado a abandonar la presión sobre Kiev y el norte del país.

Según un dirigente separatista prorruso, unos 1.000 militares ucranianos permanecen aún atrincherados en los kilométricos túneles de Azovstal. El Ministerio de Defensa ucraniano aseguró que hará “todo lo necesario” para rescatar a esos soldados, convertidos en símbolo de la resistencia del país.

El Ministerio de Defensa de Rusia publicó imágenes de soldados en camillas y dijo que los heridos fueron trasladados a un hospital en la región de Donetsk, controlada por separatistas prorrusos. (AFP)

 

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