Con gusto a poco: el reciclaje, una asignatura pendiente

Hace tres años, Ariana Sampedro, una estudiante platense de Biología caminaba por Plaza Moreno y se sorprendió por la cantidad de botellas plásticas y latas vacías que encontró tiradas en el piso. A partir de esa misma tarde adquirió el hábito de recorrer una vez por semana alguna plaza del casco urbano con una bolsa y recolectar las botellas y latas tiradas, que ella misma lleva a uno de los puntos dispuestos en la Ciudad para la disposición de los residuos reciclables. Ariana no se limita a hacer esas recorridas periódicas. Dice que en su casa recolecta, a su vez, alrededor de cuatro bolsas verdes semanales de residuos reciclables convenientemente separados y hasta trabaja en la elaboración de compost con sus residuos orgánicos en el marco de una ONG. También cambió sus consumos, prefiriendo aquellos productos que se ofrecen en envases retornables o biodegradables. “Todos podemos hacer algo contra el cambio climático. Cualquier granito de arena hace un cambio gigante”, dice Ariana, quien reconoce que en materia de reciclaje todavía queda mucho por hacer.

La misma conclusión es la que sacan los ambientalistas, que aunque reconocen que se han producido avances, el camino por recorrer es todavía muy largo. Un postulado que se puede aplicar tanto a nivel nacional como internacional.

Las cifras que se dieron a conocer en el curso de la última semana, en la que se conmemoró el Día Mundial del Reciclaje, dan cuenta de esta situación. Según datos difundidos por un miembro de la Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos (ARS) en la ocasión, la Argentina sólo recicla en la actualidad entre el 7 y el 8% de sus residuos sólidos. Un porcentaje que contrasta con el 48% alcanzado en promedio por los países de la Unión Europea, pero que está en consonancia con la situación que se vive en muchos países de América, incluidos los Estados Unidos (ver gráfico).

Según las últimas estadísticas de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en la Argentina se reciclaron 784.736 toneladas de residuos sólidos urbanos durante 2020. De ese total, 87.697 pertenecieron a “papel obra”, 93.218 a “diarios y revistas”, y 35.358 a “mezcla y otros”.

Ariana Sampedro, estudiante de biología, recicla desde hace tres años por iniciativa propia. En la foto, utilizando compost / EL DIA

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Y si bien se reconocen avances en todos los niveles en materia de reciclado, también se habla de un camino que recién empieza a recorrer y en el que hay mucho trabajo pendiente.

“En lo que hace a reciclado falta muchísimo”, dice María Luis Cerutti, Prosecretaria de Bienestar Universitario de la Universidad de La Plata, que está al frente de un programa de Compromiso Ambiental en esa institución.

“Una de las cosas que proponemos desde el programa es la separación en origen de todo lo que se pueda reciclar, una iniciativa que llevamos adelante en la Presidencia de la Universidad y a la que se plegaron varias facultades y escuelas que dependen de la Universidad, pero es complejo porque se necesita articular muchas unidades y hacer una fuerte campaña para que se efectivice”, sostiene.

Según detalla Cerutti, “también hay desde 2020 un plan de trazabilidad del residuo reciclable a un destino sustentable”, iniciativas para la recuperación de aceite y otras de facultades, como la de Agronomía, donde se produce compost con residuos orgánicos.

Desde la Municipalidad, en tanto, se habla de avances en materia de reciclado. Según indican, “sobre los residuos sólidos reciclables durante el período 2015/2016 hubo un aumento de la cobertura que pasó de 7.400 a 11.000 cuadras, para sumar otras 5.000, llegando a 15.000 en la actualidad”. Y aseguran que la separación de residuos aumentó un 25 por ciento en la ciudad durante el año 2020. “En la actualidad los residuos reciclables separados por la ciudadanía y recolectados a partir de los servicios de 6 cooperativas es del orden del 11 por ciento, siendo aproximadamente entre 30 y 35 mil toneladas al año”, se afirma.

MEDIDAS QUE NO ALCANZAN

Con todo, hay ambientalistas que consideran que las medidas no son suficientes.

Para Horacio de Belaustegui, presidente de la Fundación Biosfera que es veedora de las cumbres sobre cambio climático de la ONU en representación de la sociedad civil, “el sistema de reciclaje y gestión de residuos es bastante flojo en La Plata y en general en toda la Región. El grado de eficiencia es muy bajo”.

De Belaustegui consideró que “el problema con el programa de reciclado y la gestión de residuos es que no se mide ni se cuantifica. Deberíamos tener un sistema de gestión de residuos en donde todo se cuantifique y se mida y así uno puede corregir lo que pasa y mejorar el sistema”, sostuvo.

“En materia de reciclaje falta muchísimo, pero no bajamos los brazos. En la UNLP tenemos un programa que entre sus acciones prevé la separación de residuos en origen”

María Luisa Cerutti
Prosecretaria de Bienestar Universitario

Para de Belaustegui “estos problemas se ven también a nivel provincial, donde la principal respuesta para la disposición de residuos sigue siendo los rellenos sanitarios y es muy poco lo que se hace”.

Finalmente, el experto consideró que “tampoco debemos esperarlo todo del Estado. Hay muchos actores privados dispuestos a participar en la gestión de residuos y el reciclado. Pero no existen actualmente mecanismos para integrarlos”.

“Muchas veces se dan charlas o talleres sobre reciclaje que son muy buenos, pero con eso no alcanza. Hay que poder cuantificar y medir los resultados de los programas”

Horacio de Belaustegui
Fundación Biosfera

El acto de reciclar es considerado, además de una de las soluciones para reducir los vertidos y frenar el cambio climático, una de las grandes claves para migrar de una economía lineal a una economía circular, con estilos de vida y modelos de negocios más sostenibles y respetuosos con los tiempos de la naturaleza.

Con todo, para buena parte de la población mundial la separación y la gestión de los reciclables sigue siendo algo totalmente nuevo, lo que da lugar, a su vez al surgimiento de mitos como el que dice que los productos reciclados son de menor calidad.

En este marco, los especialistas destacan que tan importantes como las iniciativas que favorecen el reciclado resulta la educación para generar un mayor compromiso.

En ese marco nació el Día Mundial del Reciclaje oficialmente creado por la UNESCO en 2005 con el fin de promover una mayor responsabilidad, no solo vista desde la perspectiva del ciudadano consumidor, sino de aquel que extrae la materia prima y del que la transforma en un bien de consumo.

Un programa de compromiso ambiental de la UNLP incentiva la separación de residuos en origen / UNLP