Sigue la polémica por la destitución de Goyeneche

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El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, se defendió ayer de las acusaciones que en su contra le dedicó la destituida fiscal anticorrupción, Cecilia Goyeneche. Después de que la funcionaria judicial lo acusara de tener “influencia desde el primer día” para acelerar su remoción, el mandatario peronista aseguró que no tuvo “ninguna injerencia” en el proceso que culminó con el desplazamiento de quien es la procuradora adjunta (número dos de la Procuración de Entre Ríos).

Goyeneche coordinaba los equipos que investigaban las causas de corrupción en Entre Ríos e integró el grupo de fiscales que el mes pasado logró la condena del exgobernador Sergio Urribarri a ocho años de prisión. Por eso, al ser apartada por un Jury de enjuiciamiento (acusada de imparcialidad en una causa), le apuntó a “las complicidades dentro del Poder Judicial y también del sistema político, encabezado por el gobernador Gustavo Bordet“

“Esto es absolutamente falso”, dijo ayer el gobernador entrerriano y aclaró: “Yo no pude haber tenido injerencia porque la denuncia la hicieron abogados a los que no conozco, que son los mismos que habían denunciado a (el exgobernador Sergio) Urribarri”, señaló

“Acá hubo procesos por casos de corrupción y se actuó libremente. Siempre hemos dejado que la justicia actúe en todos los casos, se condenó al exgobernador Urribarri y hemos sido respetuosos de todos los fallos”, aseguró Bordet. Y agregó: “Me atribuyen algo en lo que no tuve parte. El Poder Ejecutivo no forma parte del Jury”.

En el plano político, el apartamiento de la fiscal Goyeneche tuvo su impacto en el Senado, donde el bloque de Juntos por el Cambio del Senado -integrado por Alfredo Cornejo, Luis Naidenoff, Humberto Schiavoni y Juan Carlos Romero- firmó un comunicado en el que calificó el desplazamiento como “de gravedad para las instituciones”.

 

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