Boca cantó victoria, terminó primero en su grupo y se metió en octavos de final

Boca le puso un broche de oro a un semestre sensacional, en cuanto a lo futbolístico se refiere. Porque después de coronarse campeón en el torneo doméstico, se dio otro gusto: acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores.

Anoche, en una Bombonera a full, el equipo de Sebastián Battaglia volvió a dar muestras de su enorme recuperación. Le ganó por 1-0 a Deportivo Cali, con el gol de Alan Varela, pero además, terminó primero en su grupo, desplazando al segundo puesto al Corinthians, que apenas pudo empatar (1-1) con el Always Ready.

Con la necesidad de la victoria, Boca salió decidido a comerse los “chicos crudos”. Y en ese afán por imponer su juego, fue claramente superior a Deportivo Cali, a partir de la presión alta, la movilidad del “Chango” Zeballos por izquierda, la claridad del paraguayo Romero en el manejo de la pelota y los remates de corta y media distancia del pibe Varela, muy activo con la pelota en los pies. Tal vez le faltó precisión en los metros finales para concretar en el arco de enfrente todas las chances que tuvo en este primer tiempo, sobre todo, con un cabezazo de Figal que se fue apenas desviado, y con un zurdazo cruzado de Zeballos, que despejaron sobre la línea.

Deportivo Cali, jugando con la desesperación del rival, se agrupo atrás con dos líneas de cuatro y trató de responder de contra. Y en muy pocas ocasiones pudo poner en aprietos a una defensa que respondió siempre con acierto.

La más clara de este capítulo, sin dudas, fue a los 42, con un cabezazo de Carlos Izquierdoz, a la salida de un tiro de esquina, que terminó yéndose muy cerca del palo derecho de De Amores.

GOL Y DESAHOGO...

Boca arrancó la parte final poniendo toda la carne en el asador. Volvió a presionar bien arriba con Salvio y Zeballos; controló bien el mediocampo con Pol Fernández y buscó siempre con Oscar Romero filtrar el pase entre los centrales.

Y después de tanto insistir, llegó el desahogo para Boca. A los 7, un rechazo defectuoso del arquero De Amores, Alan Varela (primer gol en 47 partidos con la camiseta xeneize) capitalizó la pelota fuera del área, y con un derechazo quebró la resistencia del Cali.

Boca siempre manejó la pelota con tranquilidad, mesura e inteligencia, y a partir de ese equilibrio fue construyendo la victoria.

Los cambios que propuso Battaglia le dio otra frescura, pero siguió con la misma intensidad, porque Luis Vázquez pivoteó como lo hizo Benedetto; Ramírez trabajó por derecha; mientras que el pibe Molinas trató a amortiguar el trabajo en la mitad de la cancha ante los movimientos de los volantes del Cali.

Después de la media hora de juego, el partido bajó su intensidad. Y todo se produjo porque Boca optó por controlar la pelota en la mitad de la cancha, y responder con algún ataque hilvanado, a partir del trabajo de Oscar Romero y Pol Fernández.

Deportivo Cali trató de “aguantar” las embestidas de Boca, y salir de contra, aunque las veces que lo intentó, confundió el camino.

Boca insistió. Tuvo el control de la pelota, pero no fue tan punzante como en el primer tiempo, aunque se las ingenió para llegar peligro.

A los 41, Rossi tapó una pelota importante, después del remate de Mosquera ante el error defensivo.