Otra vez generó alarma un derrame de combustible en las calles de la Ciudad
Edición Impresa | 29 de Mayo de 2022 | 02:35

El derrame de combustible registrado anteayer sobre una avenida platense, en una zona densamente poblada, que se tradujo en un operativo montado por Bomberos, Policía entre un fuerte revuelo de sirenas y de apresurados desvíos del tránsito –y que también demandó la evacuación de las viviendas cercanas- reclama en primer lugar la existencia de estructuras de seguridad en la Ciudad, especialmente capacitadas y equipadas para enfrentar ese tipo de emergencias.
En esta oportunidad, el peligroso derrame de hidrocarburos se presentó en un barrio poblado -se habla de la zona limítrofe entre La Plata y Berisso- cuando un camión que transporta naftas sufrió algún desperfecto mientras iniciaba la descarga hacia los tanques subterráneos de una estación de servicio, según se informó.
Fue allí cuando se inició el derrame que se extendió hacia la calle lindera, de modo que se activaron los protocolos y comenzaron a actuar efectivos de bomberos, policías y personal del área de Defensa Civil, que habían sido convocados y que en iniciaron las tareas de corte de tránsito y de prevención.
Luego de contenido el derrame, trascendió como hipótesis que el problema se habría originado al estallar uno de los frenos de compresión a aire, en una situación que habría causado daños en el tanque del camión.
Sabido es que, en nuestra zona, una de las emergencias más reiterada en materia de derrames de combustibles es la que suele presentarse en forma intermitente con la aparición de restos de hidrocarburos, en especial en torno a establecimientos ubicados en el polo petroquímico local.
Esas pérdidas, que alcanzan una envergadura mayor a la de los derrames callejeros –que suelen ser producto del combustible o del aceite que pierden algunos vehículos y que igualmente pueden causar riesgos de toda clase- son habitualmente denunciadas por los vecinos y se ven correspondidas, generalmente, por los comunicados de las plantas cercanas que también en forma habitual niegan ser causantes de los vertidos.
Pinchaduras en mangueras y juntas de motores, averías en tanques de combustible de micros excesivamente cargados que rebalsan al tomar algunas curvas, entre otras, son según los expertos las causas más habituales de los vuelcos de sustancias inflamables y aceitosas que se repiten en el casco urbano platense y su periferia.
No puede omitirse que, además de los riesgos inherentes propios a todo derrame de combustibles, tales pérdidas afectan también y muy gravemente a los recursos naturales de la Región, en una situación que se reitera en forma indefinida desde hace muchos años. Es probable que se hayan verificado avances culturales en esta materia, pero que no terminan de traducirse en acciones concretas.
En cuanto a los derrames de hidrocarburos sobre los diagramas callejeros urbanos, que como se ha dicho, no dan tregua, deberían ser especialmente evitados en lugares como estaciones de servicio o playones que concentran a muchos vehículos, en donde los recaudos deberían incrementarse y reflejarse en fiscalizaciones sostenidas.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE