Los felices 100 de Nervina, la vecina asturiana

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Con gran vitalidad e inmensa alegría, Nervina González Fernández de Barrio cumplió los 100 y los festejó alegremente con sus seres queridos. Participaron de la reunión que se hizo en el Centro Asturiano, 42, entre 19 y 20, más de 80 allegados.

La mujer llegó de Asturias, España, en 1958 y se radicó con su familia en la calle 134 de Los Hornos para escapar a lo más duro de la posguerra.

Acá creció su familia conformada por sus hijos Roberto (76) y Celestino (73); luego llegaron dos nietos, cuatro bisnietos y tres tataranietos.

En el medio del festejo por este particular cumpleaños, Nervina confió que se siente muy bien y que no puede creer haber llegado a los 100.

Con gran optimismo, la cumpleañera confesó que lleva una vida sana, no se priva de las comidas que le gustan y nunca fumó. Otro secreto de la longevidad, dijo, es mirar para adelante y pensar en la vida.

Entre otros recuerdos, la mujer evocó que su familia llegó a la Argentina con la ilusión de vivir en un país de paz y prosperidad.

Ya en estas tierras se vinculó rápidamente con sus paisanos.

De todas maneras, la cumpleañera pudo volver a su patria natal en unas diez oportunidades, en muchas la mayor motivación fue reunirse con la familia que dejó en su pueblo natal.

Los hijos recordaron que nacieron y crecieron en un pequeño pueblo de Asturias y que llegaron a la Argentina siendo adolescentes.

Ellos están felices con la alegría de su madre y contaron que come de todo y que tiene una memoria admirable, incluso recuerda sucesos que ellos olvidaron.

Uno de los pocos problemas que padece Nervina es un inconveniente de visión que a veces le dificulta algunas cuestiones domésticas.

Entre las virtudes que se le reconocen a la cumpleañera se destacó también que siempre fue una excelente cocinera de platos típicos asturianos, como es la fabada, algo que en el centro asturiano local se come los 1° de mayo.

 

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