Más de 200 varados por otro avión venezolano-iraní desviado por temor a ser retenido
| 16 de Junio de 2022 | 07:22

Mientras que el juez federal Federico Villena ordenó la incautación del avión venezolano-iraní retenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza, se supo que a otra aeronave de los mismos dueños (de la filial Conviasa, que está en una lista negra de EE UU por sus actividades comerciales) tenía previsto aterrizar ayer en el país, pero hubo cambios de planes y se quedó en Bolivia. Creen que fue una orden del gobierno de Nicolás Maduro para que no pase lo mismo con el otro Boeing.
Lo cierto es que esta situación generó que más de 200 pasajeros hayan quedado varados a raíz de esta situación con la aeronave que, se cree, Venezuela se lo compró hace días a Irán. Según precisaron, en Ezeiza hay gente que espera desde las 3 de la mañana de ayer ya que el vuelo iba a arribar a las 7 pero fue, por primera vez, reprogramado y muchos no se enteraron. Es por eso que hay personas que ya llevan más de 24 horas esperando en el aeropuerto.
En el marco de una investigación por posibles vínculos con el terrorismo internacional o un posible espionaje, el juez decidió incautar la aeronave con el propósito de obtener más datos sobre qué hacía en Buenos Aires la tripulación del vuelo, integrada por cinco iraníes y 14 venezolanos, cuyos pasaportes también fueron retenidos con anterioridad. Todavía se desconoce el tiempo exacto de incautación del avión y la causa permanece en secreto de sumario, concluyeron estas fuentes.
El avión en cuestión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La aeronave ingresó a Argentina el 6 de junio con una carga procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, y el miércoles despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
En Argentina, las petroleras no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos.
Desde esta semana, la Justicia argentina lleva adelante una investigación para dilucidar los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional, ya que uno de sus integrantes, el iraní Gholamreza Gashemi, tiene el mismo nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida por Estados Unidos como una organización terrorista.
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