Avión con iraníes: Paraguay puso en duda la identidad del copiloto

Luego de que el FBI vinculara al piloto con el terrorismo, desde Asunción pusieron en duda la identidad de otro tripulante

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Lejos de circunscribirse a la Argentina, la llegada del avión venezolano con tripulantes iraníes que aterrizó hace dos semanas en Ezeiza sigue inquietando a la región. Por caso ayer, después de que el FBI de los Estados Unidos confirmara que el piloto del avión retenido tiene contactos con el terrorismo, el gobierno paraguayo puso en duda la identidad del copiloto. En tanto que Venezuela cruzó a Uruguay por no haber permitido el descenso de la aeronave en tierras orientales, lo que la llevó a pisar suelo argentino.

En el caso de Uruguay, trascendió ayer el momento en el que el responsable de autorizaciones del Aeropuerto de Carrasco le avisa (el pasado 8 de junio) a la tripulación del Boeing 747 venezolano-iraní de la empresa Emtrasur que debían pegar la vuelta porque el “Comando de Defensa aérea Uruguaya no le autoriza el ingreso al espacio aéreo uruguayo”.

La grabación con la conversación entre la Torre de Control y el avión fue divulgada por el Ministerio de Defensa Nacional después de que el titular de la cartera uruguaya fuera convocado por la oposición de izquierda.

“Rumbo a La Plata”

“Usted confírmeme si retorna a Ezeiza”, le preguntan desde el aeropuerto oriental a los tripulantes del Boeing, que, según el audio, responden: “Retornamos a Ezeiza” y piden coordinar el retorno con Buenos Aires. “Sí, correcto, estamos en comunicación con ellos, por ahora ponga rumbo a La Plata”, dicen desde Uruguay. Y una vez más se escucha la voz del avión: “Ok, volando rumbo a La Plata”, completa para finalmente pedir información del clima en Ezeiza.

Consultado sobre por qué se le impidió el ingreso al espacio aéreo uruguayo, el ministro de Defensa Nacional del vecino país, Javier García, explicó que “había información que alertaba sobre este avión y que había servido en otras circunstancias como apoyo logístico para movimientos terroristas”.

Precisamente, Estados Unidos e Israel han planteado sospechas de que la aeronave volaba en misión de espionaje. Por eso también investiga la Justicia argentina y tanto la nave como su tripulación siguen retenidos en el país.

Sospechas

De hecho ayer, y luego de que el FBI confirmara que el piloto del avión, Gholamreza Ghasemi, tiene contactos con el terrorismo, el ministro de Inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, puso en duda la identidad del copiloto. Apuntó así a Mahdi Museli, copiloto del Boeing 747 y que, al igual que el resto de la tripulación, integrada por 14 venezolanos y 5 iraníes, se aloja en un hotel de Canning.

Además, Aquino rechazó la versión de su par argentino, Agustín Rossi, quien había señalado que los iraníes estaban enseñando a pilotear el avión a los venezolanos a bordo. “Que nadie se enoje, pero no eran instructores de vuelo ni se dedican a repartir juguetes”, advirtió.

La misma alarma transmitieron desde Uruguay, donde el Gobierno aseguró haber actuado “dentro de la ley” al vedar el ingreso del avión y desdeñaron las críticas de la Venezuela de Nicolás Maduro. “No hacen mella. Nosotros somos soberanos y tomamos nuestras decisiones”, remató la Cancillería oriental.

 

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