Una región de fugas

Edición Impresa

Augusto Munaro

Escrito originalmente hace treinta años, Hontanar permaneció inédito hasta hoy. Por entonces Reynaldo Jiménez acababa de publicar Ruido incidental / el té (1990) y estaba por concebir el experimental 600 puertas (1993), su quinto libro, y donde trabaja algunos conceptos de la poesía ambient. Pero Hontanar (cuyo título significa lugar donde nacen los manantiales) se diferencia ante todo, por su sesgo aforístico. Son 78 poemas cuasi panteístas, de respiratoria más bien breve, donde por momentos el yo se disuelve en pulsiones epifánicas. “Me siento, escribo sin mí, / a mis espaldas, ante el azoro / de la primera vigilia. // ¿Será el dictado de un vacío / o quizá el mudo milagro / de nacer a lo innacido? // Tan solo soy / una campana / con el aire”. Jiménez desplaza la densidad y la levedad, la melancolía y la euforia. Propone una búsqueda de nuevas fronteras para la subjetividad, situando los sentidos como umbrales, vías destinadas a recibir al mundo, y su aluvión celebratorio de imágenes que lo pueblan. Una verbosidad sugestiva que responde a un tipo de encadenamiento difuso, cercano al de los sueños. Flujos de materia y sentido que conforman un continuum de resplandores. Un loable trabajo de desautomatización.

Escrito hace treinta años, Hontanar permaneció inédito hasta hoy

Piezas latientes, en tránsito, que dislocan ligeramente los sentidos, para abrir otro grado de percepción; un desnudamiento del ego. Continuidades y disrupciones de donde manan la eternidad del instante, a veces, a través de cierto aura zen: “enamórate / de lo que vuelves a perder”, o bien: “Aquel que no seas / tu prójimo será. / Y a los ojos mirará / el reflejado que veas.” Nuevos umbrales que se propulsan vía versos breves, precisos, lacónicos, y cuyo ritmo nos trae ecos lejanos de Hugo Padeletti. Atención y contemplación, que alcanzan bellos momentos de elástico extrañamiento: “La roca maestra del bosque / reverencia al antiguo pasajero”. Un delicado y palpitante tejido de palabras. Introspectivo, desbordado. Un descenso lúcido, solar, a las aguas aéreas de la lengua.

La cuidada edición de Hontanar se complementa con tres bellos dibujos realizados especialmente por el poeta y artista Emiliano Bustos, junto con un retrato fotográfico de la pintora Gabriela Giusti. Reynaldo Jiménez (Lima, 1959). Vive en Buenos Aires desde 1963. Ha publicado, en poesía, ensayo y antologías, una veintena de libros, entre ellos: Tatuajes (1981), Eléctrico y despojo (1984), Las miniaturas (1987), La curva del eco (1998), Musgo (2001), Reflexión esponja (2001), El libro de unos sonidos. 37 poetas del Perú (2005), Plexo (2009), Esteparia (2016), Filia índica (2016), Ello inseguro (2017), Olla de grillos (2018), y Atrito (2021). Ha traducido además obras de Paulo Leminski, Haroldo de Campos, Josely Vianna Baptista, Arnaldo Antunes y César Moro, entre otros. La editorial española Libros de la Resistencia publicó recientemente el segundo tomo de su obra poética reunida bajo el título Ganga.

Hontanar

Reynaldo JIMÉNEZ

Editorial: Himalaya

Páginas: 106

Precio: $810

 

 

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