La ley de tránsito también debiera tener vigencia para las motos de los delivery

En el contexto de la inseguridad vial que caracteriza al tránsito de nuestra ciudad, que incumbe a los conductores de distintos tipos de automotores, a motociclistas, ciclistas y también a peatones, se ha señalado en forma reiterada la conveniencia de que se impulsen análisis y tratamientos particulares para cada uno de estos casos.

Y en esa conveniencia, corresponde referirse al grave problema que plantean quienes conducen las motos de los delivery, convertidos en uno de los actores más caóticos y peligrosos para las calles platenses.

Debe señalarse en primer lugar que está claro que todo incumplimiento de las normas vigentes para el tránsito y la ausencia de acciones por parte del Estado aparecen como principales causas de este fenómeno.

Si se cumpliera con las medidas de prevención, con el rigor legal establecido y con la continuidad que corresponde, el problema se reduciría a su mínima expresión. Como ello no ocurre, cualquiera puede observar con facilidad el panorama muchas veces anárquico existente en las calles.

Un informe publicado ayer en este diario sobre la actitud de quienes conducen motos para los delivery, tal como lo señalaron muchos vecinos, reveló que cruzan semáforos en rojo a toda velocidad, indiferentes a su propia suerte y a la de terceros. No trepidan tampoco en cruzar las plazas por los canteros, circular a contramano, zigzaguear entre carril y carril a centímetros de automóviles, micros o camiones o, llegado el caso avanzar sobre las veredas.

“Ponen su vida en riesgo y la de terceros. Muchas veces, en las calles del centro, hay que mirar tres o cuatro veces antes de cruzar un semáforo ante el temor de que cruce un delivery en infracción y ocurra un accidente”, fue la elocuente síntesis de una vecina.

En la zona de plaza Malvinas, como así también en otras plazas de la Ciudad, como Azcuénaga, Perón o Belgrano, puede verse cómo los motociclistas de los servicios de delivery cruzan por el medio de las plazas, utilizando los senderos interiores sin tomar conciencia de que por ellos van personas de toda edad, muchos de ellos recreándose y sin aguardar, como es obvio, el paso de ningún vehículo.

Desde la dirección de Tránsito municipal se aseguró que son constantes los operativos que se realizan para controlar a estos conductores.

Señalaron que, en la actualidad, la mayoría de las motos secuestradas por cometer infracciones corresponden a las que se utilizan en ese rubro y, en muchos de los casos, por falta de documentación del vehículo y de los conductores.

Corresponde reseñar aquí un reciente informe brindado por la entidad “Corazones Azules” acerca de que, de cada diez platenses que se desplazan en moto, sólo tres usan el casco -una precaución básica en caso de caída del vehículo- en un trabajo que dejó en claro que en la última década se duplicó la cantidad de muertes de personas que manejan o viajan en motos.

Si bien el trabajo de los delivery -en especial los que llevan comidas a domicilio, que son la mayoría- exige probablemente el cumplimiento de algunas exigencias en materia de tiempo de entrega, de ningún modo ese supuesto condicionamiento puede originar peligros de vida para el conductor o terceros.

Parecería oportuno que la Municipalidad establezca contactos con los responsables de estos servicios, para convenir exigencias y disposiciones a cumplir. Ello sin perjuicio de sancionar con las máximas penas previstas a quienes suponen que se puede vivir en una Ciudad, sin cumplir con disciplina y madurez las leyes del tránsito y las reglas básicas de la convivencia social.