Sarmiento sorprendió a River, le ganó 2-1 en el Monumental y lo dejó más lejos de la punta

El domingo negro para los “grandes”, que empezó con el empate de Racing frente a Tigre y continuó con la derrota de Boca frente a Patronato, se completó por la noche con una inesperada caída de River, en el Monumental, 2-1 frente a Sarmiento, el conjunto de Junín que volvió a desarrollar un apretado sistema defensivo, inexpugnable para los Millonarios, que completó con un aceitado juego de contragolpe.

Guido Mainero, en el primer ataque, puso en ventaja al equipo dirigido por Israel Damonte, que antes de completarse el primer tiempo aumentó con un cabezazo de Federico Andueza; mientras que Emanuel Mammana descontó a los 21 minutos de la etapa complementaria de un partido en el cual los Millonarios no consiguieron descifrar.

Cuando se esperaba a Beltrán como único delantero, Marcelo Gallardo sorprendió con la inclusión de Borja para que compartiera el frente del ataque y de este modo tener más presencia en el área rival. Los cruces con Sarmiento, en tiempos de Israel Damonte técnico, habían sido una complicación, por la cantidad de jugadores puestos en defensa, y en este nuevo encuentro estaba claro que el esquema se volvería a repetir.

Otras novedades en la previa fueron la desafectación de Pablo Solari, por un síndrome gripal, el cruce de saludos Gallardo-Damonte y Lisandro López-Javier Pinola, mientras el Monumental vivía una gran fiesta, a partir de las tribunas, con el recibimiento del equipo y noticias que llegaban desde el peaje Dock Sud, de la autopista La Plata-Buenos Aires, de un ataque de hinchas de Racing a un micro que trasladaba hinchas Millonarios.

El partido se puso en marcha con un dominio completo de River, que dispuso del campo y de la pelota frente a un rival con 10 jugadores dentro de su área y en las inmediaciones. Pero no encontró el camino, a pesar de hacer lo posible para mantener la calma, y cuando el empate sin goles comenzaba a preocupar a los Millonarios, una salida rápida de contra desembocó en gol de Mainero, que estuvo impecable en la definición.

Las dificultades fueron mayores para el local, que prácticamente no elaboró jugadas dentro del área, debiendo buscar el objetivo con remates de media y larga distancia. El primer tiempo se iba en esos términos cuando otra réplica del elenco de Junín obligó a Armani a una salvada por sobre el travesaño y en el tiro de esquina inmediato, un error del arquero, que amagó salir a cortar y terminó quedándose a mitad de camino, le dejó el arco libre a Andueza para sellar el 2-0.

Los ingresos de José Paradela y Nicolás De La Cruz no alcanzaron para modificar el curso del juego, al extremo que las réplicas de Sarmiento acarreaban mayor peligro que los intentos de River, que recién a partir de la aparición de Juan Fernando Quintero en cancha encontró la forma de alterar el orden defensivo que esperaba. El palo salvó a River de quedar tres goles abajo en otra corrida de Mainero, Paradela no pudo resolver una buena aparición dentro del área y un centro levantado por “JuanFer”, que Mammana desvió con la cabeza, significó el descuento y un final abierto.

Pero no era la noche de River, los espacios siguieron sin aparecer para sus jugadores de ataque.