Con dos detenciones, buscan darle la estocada final a una peligrosa banda

En horas de inseguridad extrema en la Ciudad, con golpes violentos por todos sus rincones, la captura de dos hombres no pasó desapercibida para los investigadores policiales, que creen haberle asestado un duro golpe a una organización criminal acusada por varias entraderas.

Fue por la madrugada que una comitiva de la comisaría quinta cruzó un auto que circulaba por el Cementerio Municipal con dos ocupantes. Sus movimientos eran por demás extraños.

Según voceros del caso, al ver a la patrulla, uno de los sospechosos abrió la ventanilla del coche y arrojó un bolso, que fue inmediatamente recogido por los efectivos.

En ese mismo instante, se daba inicio a una persecución, que arrancó a la altura de las calles 27 y 20 y terminó en Diagonal 74 y 69.

En ese lugar, los que buscaban evadir a los uniformados se bajaron de un Ford Fiesta Kinetic de color gris plata e intentaron subirse a otro vehículo del que tenían llave: un Renault Clío.

Sin embargo, apenas alcanzaron a sentarse, ya que los oficiales les cortaron el paso y lograron su detención.

Una vez identificados, se comprobó que uno de los hombres, de 32 años, denunció domicilio en Los Hornos y el otro de 30, en el barrio del operativo.

Otro dato clave: uno sería penitenciario y el que lo acompañaba, empleado municipal.

En tanto, las fuentes consultadas explicaron que dentro del segundo rodado los demorados llevaban un revólver calibre 32, una mochila con 20 municiones, un juego de esposas del tipo policial, un cuchillo de grandes dimensiones, 3.200 pesos, una manopla y varias prendas de vestir con interés para la pesquisa.

También se decomisaron el Fiesta y el Clío. Por eso la imputación es por “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil y encubrimiento”.

¿Qué se sospecha? Ambos integrarían una peligrosa banda criminal, que habría cometido distintas entraderas.

Por eso investigan su posible autoría en esos hechos y las conexiones para saber si hay más cómplices por atrapar.