Movilización a la clínica apuntada por “maltratos”

En la protesta, que se venía desarrollando de manera pacífica, debió intervenir la Policía por unas pintadas en el frente de la institución

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Luego de que saliera a la luz el caso de la jubilada que, según se denunció ante la Justicia, fue sometida a una feroz golpiza en la Clínica Santa Teresa de Ávila en La Plata, familiares de distintos pacientes se manifestaron ayer frente a la sede para denunciar la situación de maltrato a la que estarían siendo sometidos los internos.

Con pancartas en las que se podía leer consignas como “justicia”, “asesinos” y “maltratadores”, la decena personas que se hizo presente en el lugar hizo especial hincapié en reclamar que se esclarezcan los dos últimos episodios de violencia ocurridos en el recinto que funciona en 61, entre 1 y 2.

Se trata de una feroz golpiza contra una mujer ocurrida el pasado 1 de agosto y la muerte de un ex empleado municipal que padecía esquizofrenia, situación que aconteció en noviembre del año pasado.

Ambos casos se encuentran cubiertos por un halo de misterio.

La protesta que se inició como una manifestación pacífica terminó adoptando ribetes de tensión y nerviosismo cuando los familiares comenzaron a realizar pintadas en el frente de la clínica privada.

A raíz de esta actitud, los policías que habían sido designados para seguir de cerca la protesta debieron intervenir para evitar que se continuaran realizando actos de vandalismo contra la propiedad.

Fue en ese momento que la protesta alcanzó su máximo nivel de tensión con los uniformados desalojando a los familiares. Tras varios minutos, finalmente los manifestantes aceptaron abandonar la vereda aunque en el frente quedaron inscritas las consignas que enarbolaban: “justicia” y “asesinos”.

Como se dio a conocer la semana pasada, el ataque contra la jubilada tuvo lugar el lunes 1 de agosto y a raíz de las agresiones que sufrió, la víctima debió ser internada en grave estado.

Desde la clínica psiquiátrica le indicaron a la familia que la mujer se encontraba inconsciente tras sufrir una caída.

La versión oficial de lo ocurrido terminó siendo diametralmente opuesta a los resultados del examen que llevaron adelante los médicos que la atendieron en un centro de salud. En la denuncia figura que los médicos indicaron que se detectaron excoriaciones en la espalda, fracturas en la órbita ocular y derrames cerebrales.

También hubo una discrepancia en lo que respecta a la data de las heridas. A diferencia de lo indicado por la clínica, de que la contingencia había sucedido minutos antes de que se comunicaran con los familiares, los médicos que la examinaron a la jubilada llegaron a la conclusión de que la embestida se produjo varias horas antes del contacto.

Los familiares aseguran que desde el nosocomio de 61 entre 1 y 2, insistieron con la hipótesis de la caída y agregaron que la víctima también solía “autolesionarse” y “chocarse con el mobiliario del establecimiento”.

Se trata de la misma clínica que, en noviembre pasado, había quedado en el centro de la escena luego de que familiares de un paciente que murió estando internado en el lugar, descubrieron, durante el velatorio, una serie de marcas en su cuello.

La autopsia determinaría luego que el hombre, un ex empleado municipal que padecía esquizofrenia, falleció por estrangulamiento. En aquel momento la fiscal Betina Lacki puso la lupa en dos cuestiones: si la muerte del hombre era evitable y qué había sucedido con la firma de su certificado de defunción, que reportaba un deceso por “causas naturales”.

 

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