Las chances de sobrevida caen un 10% por cada minuto perdido
Edición Impresa | 25 de Agosto de 2022 | 02:48

Juan José Herrera Paz
Médico cardiólogo
La muerte súbita se define como la aparición repentina e inesperada de un paro cardíaco en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. En general se inicia con una arritmia, la fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada y deja de latir efectivamente. Esto desencadena la perdida de pulso, del conocimiento y la capacidad de respirar. Si no se hace nada inmediatamente, la consecuencia es la muerte irreversible. La única alternativa que tiene esa persona es recibir medidas de reanimación cardiopulmonar
El pronóstico de los pacientes que sufren una muerte súbita depende del tiempo que transcurre entre que el corazón se detiene y se aplica una desfibrilación. Se calcula que por cada minuto de demora existe un 10% menos de posibilidades de que el paciente se recupere. Antes de la llegada del equipo médico, los masajes cardíacos pueden ser la salvación.
Por eso es fundamental entender que cada uno de nosotros puede ser un elemento de prevención de la muerte súbita. Lo único que hay que saber hacer es el masaje cardíaco o maniobras de reanimación cardio pulmonar. Sabiendo esto tendremos la posibilidad de poder usar un desfibrilador en los lugares que cuentan con ellos (cada vez son más) o hacer que la víctima del paro cardíaco llegue en condiciones para esperar el arribo del sistema de emergencias.
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