El Gabinete, los asesores y el frente K en Energía

El flamante ministro, Sergio Massa, evitó dar definiciones respecto a la continuidad de funcionarios kirchneristas en ese área

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Poco después de jurar en el Museo del Bicentenario como nuevo titular de Economía, Sergio Massa, cruzó al Palacio de Hacienda para anunciar su anticipado paquete de medidas. El flamante ministro arrancó agradeciendo al presidente Alberto Fernández y a su familia. “El contexto global se puede transformar en una enorme oportunidad para la Argentina”, destacó en sus primeras líneas.

Al ser consultado por más cambios en el organigrama oficial, en especial en el área energética que está en manos del camporismo y el exministro Martín Guzmán no logró controlar, Massa globalizó la crisis energética, pero evitó definiciones sobre la continuidad del secretario Darío Martínez y el subsecretario Federico Basualdo.

Luego de sostener que la energía se encareció en el mundo “entre cuatro y diez veces” y que 4 millones de hogares no se anotaron en el registro para mantener los subsidios de las tarifas, para los restantes se “promoverá el ahorro” por consumo. “No podemos seguir con un esquema en el que quien más gasta más subsidio se lleva”, acotó.

Ante el objetivo oficial por la liquidación de la cosecha del campo, luego de días de disputas entre las entidades agrarias y el Gobierno, que las acusa de “especular” con una posible devaluación para obtener mejores ganancias, Massa le envió un mensaje a la Mesa de Enlace “para sentarnos a trabajar juntos para el desarrollo de ese sector tan potente que integran los productores argentinos”.

Para esta nueva misión, el líder del Frente Renovador (FR) contará con un equipo de su máxima confianza. Durante los últimos días confirmó que José Ignacio De Mendiguren será el secretario de Desarrollo Productivo; Matías Tombolini su par de Comercio y el entrerriano Juan José Bahilo, hará lo propio en Agricultura, Ganadería y Pesca.

De esta manera, Massa es el tercer ministro de Economía de la gestión del presidente Alberto Fernández. El primero fue Martín Guzmán, quien fue sucedido por Silvina Batakis, quien estuvo en el cargo apenas 24 días ante la imposibilidad de detener la corrida cambiaria y la disparada del dólar, que provocaron, justamente, la llegada del tigrense al gabinete nacional. Desde ahora, Massa tendrá la responsabilidad de revertir el duro presente económico de la Argentina, atravesado por una fuerte inflación y una brecha cambiaria entre los tipos de cambio cercana al 125%, que amenaza las posibilidades de una reelección peronista en las elecciones de 2023.

El programa económico, detalló, consta de cuatro ejes: “orden fiscal, superávit comercial, fortalecimiento de reservas y desarrollo con inclusión”, con “inversión, producción, exportaciones, y mercado interno”.

“Vamos a cumplir con la meta del 2,5 del déficit primario”, prometió. En sintonía con una de las medidas de su efímera antecesora Silvina Batakis, remarcó que fijará el “congelamiento de la planta del Estado”, pero incluso en organismos descentralizados.

“Leí desde cuestiones vinculadas a una bala de plata, a un superministro...la decisión que tomamos como gobierno fue unificar áreas claves para tener, como país, una mejor estrategia frente al mundo que nos toca vivir”, aclaró desde su nuevo edificio de trabajo el hasta ayer presidente de la Cámara de Diputados . “No soy supermago, ni nada, ni salvador, vengo a trabajar de una forma comprometida”, completó Massa.

 

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