Trabajo y pérdidas en pandemia en las oraciones a San Cayetano
Edición Impresa | 8 de Agosto de 2022 | 03:58

Los pedidos y agradecimientos de una multitud volvieron a darle vida a otra jornada de expresión de la fe católica en torno al legado de San Cayetano, el patrono del pan y el trabajo.
Una misa y la tradicional procesión por calles lindantes con la parroquia que lleva su nombre según el santoral de la Iglesia, coronaron sobre el final de la tarde dos jornadas en las que volvió la expresión colectiva tras el aislamiento impuesto en los últimos dos años, por la pandemia de Covid-19.
Centenares de fieles fueron participando en varias misas que se sucedieron a lo largo de la jornada, en la iglesia situada en 44 entre 29 y 30.
La jornada comenzó en la noche del sábado con una procesión que arrancó a unos seis kilómetros en la localidad de Olmos y recorrió la avenida 44 hasta La Loma. A la medianoche se celebró la primera misa.
Ayer, el arzobispo Manuel “Tucho” Fernández dio una de las misas y un mensaje alusivo a los pedidos vinculados con el trabajo y la economía que formó parte del mensaje de la Iglesia a nivel nacional -ver pag. 8-. Desde el púlpito local, pidió a la dirigencia responsabilidad y diálogo “en orden a responder a las angustias que afligen al pueblo: la falta de trabajo, la inflación asfixiante, etc”.
En la homilía, les preguntó a los presentes: “¿Quién es este santo que tiene un corazón sensible ante nuestras necesidades?”. Luego, respondió que ante todo, Cayetano “era un enamorado de Jesucristo, que un día decidió seguirlo y nunca más volvió atrás”, dijo.
Luego, citando literatura católica, indicó: “Así te llama a vos a encontrar a Cristo, a subirte a su barca con alegría, como dice un poema: ‘Puse mi pie en la barca del Evangelio, y la barca se puso a andar. Nunca más volveré atrás’. Porque con Cristo se acaba la soledad, el abandono, el miedo, la oscuridad del alma. Con el brilla esa luz que nos guía por la vida. San Cayetano se consagró a Jesús y no lo soltó nunca”, expresó.
La jornada continuó con un recorrido por la zona de la parroquia que se produjo pasadas las 18, con el fin de que los fieles pueden acompañar a la estatua del patrono del pan y trabajo. Mientras que luego, se dio por finalizada la emotiva jornada con dos misas más a las 19 y a las 21 respectivamente.
El Padre Mariano a cargo de la parroquia, mostró su felicidad por el retorno de la presencialidad en la peregrinación por San Cayetano y valoró la enorme concurrencia de los fieles. “Es una peregrinación que requiere la caminata y el ponerse en marcha. El salir de un lugar y llegar a otro. Me genera una profunda emoción el acompañamiento y es clave fortalecer los vínculos humanos, que es uno de los grandes reclamos del último tiempo. La pandemia trajo mucho dolor por la muerte y se dio el aislamiento, por lo que es fundamental recuperar las relaciones en lo afectivo y en lo social. Muchos traen la oración por los familiares y amigos que hoy no están”.
En los días previos, esos mensajes se reunieron también en un puesto instalado en la calle, en el centro de la Ciudad. Se ofrecía la posibilidad de escribir una “intención” y depositarla en una urna.
El lema de este año fue “Junto a San Cayetano reconstruyamos la cultura de la paz”.
Cayetano de Thiene o San Cayetano, nació en Vicenza, Italia, en 1480. A los 25 años fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Desde ese puesto ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia. En el año 1524 fundó la orden de los Teatinos o Clérigos Regulares, con la finalidad de luchar contra la Reforma Protestante y servir a los más pobres. Fue beatificado el 8 de octubre de 1629.
Durante el fin de semana se realizaron dos procesiones y varias misas
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