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Séptimo Día |LA NEGATIVA DE PIERRE DE COUBERTIN

Deporte, el más tardío en admitir a las mujeres

La primera competidora en una maratón fue Kathrine Switzer, que hoy tiene 75 años de edad. Una atleta local, Vanesa Clausen, correrá 650 kilómetros en una “carrera de expedición” en Paraguay

Deporte, el más tardío en admitir a las mujeres

La atleta platense Vanesa Clausen, en acción, en un bravo río / Web

MARCELO ORTALE
Por MARCELO ORTALE

18 de Septiembre de 2022 | 06:46
Edición impresa

Hace menos de cien años el fundador del deporte moderno, el Barón Pierre de Coubertin, sostuvo que “las mujeres sólo tienen una labor en el deporte: coronar a los campeones con guirnaldas”.

Pedagogo e historiador francés, De Coubertin fue el fundador en 1896 de los juegos olímpicos modernos que tuvieron sede ese año en Atenas, retomándose las periódicas olimpíadas que se celebraron en la Grecia Antigua.

Habría que ver qué diría Coubertin de la atleta local Vanesa Clausen, que ayer inició en Paraguay –como se verá- una agotadora carrera de más de 650 kilómetros del llamado deporte “Carreras de Expedición”, con un equipo argentino integrado por ella y tres varones, contra 70 equipos similares de todo el mundo. La prueba termina el 24 de este mes.

Es una competición extrema, de resistencia y orientación, en donde el hambre, la sed, las infecciones, las picaduras y hasta encontrarse perdidos por varias horas –acosados por la sed, el frío o el calor- se le presentan a quienes corren a pie, en bicicleta y en kayac, por paisajes selváticos y hostiles, como se verá más adelante.

 



Un largo camino. Ahora realizará una expedición de 650 kilómetros / Web

 

“Mi marido fue el que participó siempre en estas carreras de expedición: era el deportista de la casa, pero tuvo que retirarse por una enfermedad. Y empezó a decirme que corriera yo...Mirá que yo me voy a meter en el barro, pensaba...pero me metí”, dice Clausen.

Fue recién en los juegos olímpicos de Amsterdam (1928) cuando las mujeres pudieron intervenir un poco más activamente. La rama femenina se convirtió en el 10 por ciento del total de deportistas participantes, sobre todo en el deporte rey: el atletismo. Pero fue tan sólo un primer paso.

UNA EN BOSTON

No hace falta insistir en que el acceso de las mujeres ha sido muy tardío, aún cuando en nuestros días no queda actividad deportiva que no se encuentre poblada por ellas, incluso en aquellos deportes más violentas como boxeo, todas las clases de lucha, rugby, surf, hockey y otros juegos que demandan fuerza y resistencia como el fútbol, completamente vedados para ellas hasta hace poco tiempo. Ahora están llenando estadios, pegan, saltan, lanzan discos, corren, tacklean y faulean también como los varones.

Hay otro caso emblemático, el de Kathrine Switzer (1947), que fue la primera mujer de la historia que participó de una maratón. Compitió en la maratón que se corrió no tan lejos en el tiempo...en 1967.

Hasta entonces ninguna mujer había corrido en ninguna de estas competiciones de tan largo aliento como antigua data, ya que arrancaron en la Grecia antigua.

 



Vanesa Clausen cuentas sus experiencias / EL DIA

 

¿Qué es lo que ocurrió realmente? ¿Qué es lo que trabó la intervención de mujeres en los deportes? De Coubertin afirman que no aceptaba que las mujeres tuvieran que vestirse con las escasas prendas de los atletas. “Los varones vaya y pase”, decía, pero no las mujeres. Después argumentó que no podían participar de deportes rudos, que no era apropiado y entonces, para emparejar, las borró de todos. “No tienen fuerza suficiente”, era otro argumento.

Pero en Boston Kathrine Switzer, hoy de 75 años de edad y todavía en forma –escritora, comentarista de televisión y maratonista- ingresó en la historia y pudo completar el recorrido acompañada por su novio y otros corredores que la protegieron de los organizadores.

 

“Mirá que yo me voy a meter en el barro, pensaba...pero me metí”, cuenta Vanesa

 

Ella los había engañado inscribiéndose con sus iniciales (”KV Switzer”) para que no la rechazaran por su género. Un organizador la descubrió en plena carrera e intentó interceptarla al grito de “fuera de mi maratón, devuélvame el dorsal”, pero los maratonistas se abroquelaron, ella pasó con el grupo y completó la maratón en 4 horas y 20 minutos.

El hecho llegó a la prensa, se armó el revuelo correspondiente y quedaron para siempre abiertas las compuertas del deporte para las mujeres.

“MAS RESISTENCIA”

“El varón tiene más fuerza para el deporte, pero nosotras tenemos más resistencia” díce Vanesa Clausen, entrevistada en un bar citybelense horas antes de partir hacia Paraguay para participar de la “Expedición Guaraní”, que corresponde al circuito mundial de Carreras de Aventuras.

“Los varones con 37,5 de fiebre se van a la cama y nosotros seguimos corriendo...”, asegura. Sus tres compañeros de aventura necesitaban a una cuarta, que fuera mujer, porque así está dispuesto. “Ellos me buscaron a mí, que ya tengo varios años de experiencia”.

Casada, profesora de spinning –”una gimnasia que se practica sobre bicicleta fija”, tienen un hijo de 22 años y ahora, en la misión a Paraguay, integra equipo junto a Freddy Iragola, Ariel Ferreyra y Felipe Rossi, este último de Gonnet y lo hacen bajo el nombre de Litoral Suico.

 

“Mientras estás en carrera es difícil disfrutar. Todo es sacrificio”, define la atleta platense

 

“Competimos contra unos 70 equipos del mundo, entre ellos el de los campeones mundiales que son de Nueva Zelanda y claro también estarán los mejores de América y de Europa. Los cuatro atletas de cada equipo deben completar una distancia de 650 kilómetros y uno de ellos debe ser mujer. Se corren las disciplinas de trekingm, mountain bike, Kayak, rafting, cuerdas y sobre todo orientación”.

Está claro que cada corredor tiene que ser autosuficiente y saber orientarse; “para eso el día de la salida nos dan un mapa topográfico, antes no conocemos el recorrido”. Cada competidor debe llevar un chip –”por si se pierde”- además de su propio botiquín, remedios, antídotos, indumentaria y alimentos para los siete días que puede durar la prueba. “Para eso llevamos una mochila con unos ocho kilos de peso”, dice con naturalidad.

Es que en pocas décadas lo que se volvió natural es la participación de la mujer en el deporte, antes cultivado exclusivamente por varones. Pero, para llegar a esa posibilidad, las mujeres tuvieron que romper estereotipos culturales y demostrar que eran capaces de participar.

 



Por las montañas. todo es sacrificio en sus expediciones / Web

 

Ayer Clausen inició una carrera que tiene siete etapas, varias de ellas de 100 kilómetros. Caminando por tierras escarpadas y por selvas, en kayak por ríos que no conoce “pero que sé que están llenos de árboles caídos, que son torrentosos”, pedaleando por senderos selváticos o pedregosos. Se manejará con una brújula y con la cartografía.

Su peso habitual es de 50 kilos: “soy muy delgada y me estoy sobrealimentando ahora, porque en la carrera se pierde mucho peso: se queman unas cinco mil calorías por día. Sólo en cuatro horas de bici pierdo 2.500 calorías...esto tiene algo de autoflagelación”.

¿Qué siente cuando está compitiendo? “Mientras estás en carrera es difícil disfrutar. Todo es sacrificio. A veces voy pensando para qué vine aquí...qué estoy haciendo...pero desde otro punto de vista siento que el deporte me hace mejor persona. Este deporte ayuda a encontrarse con uno mismo, pero, además formamos un equipo y uno comparte con sus compañeros esos momentos difíciles del esfuerzo”.

En todo equipo hay un “orientador”, que es el que define el itinerario que debe seguirse. “La posibilidad de perderse está todo el tiempo. Por eso cada competidor lleva un chip, que avisa a los organizadores en dónde está cada uno. “El orientador a veces puede equivocarse y cada uno de los otros tres puede corregirlo, claro. En realidad, siempre nos perdemos, no hay manera de no perderse en una zona selvática o en un desierto”.

Clausen no duda al señalar que “este deporte fortalece, te da enseñanzas de vida. “Una vez me perdí en San Martín de los Andes, en un día lleno de neblina. Estuve varias horas totalmente sola y perdida. Otra vez me extravié en una carrera en Uruguay. Ocurre que la orientación es la clave de este deporte, ya que gana el equipo que tarda menos”

 



Vanesa compitiendo con su kayak / Web

 

“No dormimos todas las noches. Supongo que en la carrera de Paraguay dormiremos sólo dos noches...en siete días. A lo sumo dormimos 45 minutos los otros días, hemos aprendido a hacerlo...El cansancio es mucho, cargamos una mochila con seis o siete kilos en la que va el botiquín, la comida, la bebida y la ropa...Ahora en Paraguay tenemos que llevar pastillas potabilizadoras del agua”.

Hace justo 100 años, en 1922, una mujer escandalizó a las playas de Cape Town, Sudáfrica, porque se puso a surfear en las peligrosas olas de la costa. Era una escritora inglesa, Agatha Christie, una de las más famosas pioneras del deporte femenino.

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