Protesta “a la japonesa” en Medicina: estudiantes por más clases presenciales

Parece el “mundo al revés” pero como ocurrió antes de la elección del decano en abril (con tanta intensidad que condicionó ese acto de la vida institucional universitaria), en la Facultad de Medicina de la UNLP el estudiantado volverá a reclamar por una mayor carga horaria de clases presenciales para quienes cursan una carrera en la que, últimamente, se reprodujeron los bochazos y las quejas por la calidad de las cursadas.

La movida fue convocada para este viernes desde una de las agrupaciones estudiantiles, Unite, que tuvo un largo periodo al frente de la representación del claustro, hasta hace pocos años.

Como en el gigante asiático, que exportó la protesta mediante la producción, el reclamo se expondrá en el sector de acceso a la sede de 60 y 120, con una serie de actividades públicas, en casos, referidas a la formación por la que están manifestando malestar.

Desde las 10 de la mañana se sucederán una feria de emprendedores y para la tarde, desde las 15, darán cursos sobre “sutura y venopunción”; charlas sobre “medicina popular, anticonceptivos, trabajo de parto y mostración de corazón”. Cuando baje el sol, todo se aflojará en términos académicos: a partir de las 20 habrá un torneo de truco y desde las 22 bandas musicales y una olla popular.

La consigna es conseguir “presencialidad plena, cursadas intensivas” y otros reclamos por becas, entrega de mochilas, guardería para estudiantes, aumento del boleto educativo. Incluso, piden por “más seguridad” en la zona de El Dique, donde se encuentra el exhospital Naval.

El recurso tecnológico se extendió en los últimos dos años, tras imponerse por la necesidad del aislamiento en el contexto de la pandemia. A principios de este año, cuando el resto de las facultades retomaba ritmo de “pre pandemia” en Medicina se reclamaba el retorno a las aulas y, en particular, a las salas de los hospitales, donde se realizan las actividades prácticas con pacientes, una instancia considerada crucial en la formación.

En esos días, la bancada estudiantil en el consejo académico impuso la atención de ese reclamo como condición para sentarse a votar en la sesión donde, finalmente, fue re elegido Juan Basualdo Farjat. Para que haya quórum, debió firmar un pliego de condiciones donde constaba algo de lo que se va a reclamar mañana.

Tras la elección, los reclamos volvieron a intensificarse junto con la difusión de varios resultados malos en exámenes parciales de materias de primer y cuarto año. Los estudiantes coinciden en reclamar contra las clases y exámenes virtuales, que consisten en conectarse con docentes a través de una pantalla, por videoconferencia y rendir en una plataforma. Denunciaron en estos últimos meses que, en casos, fueron desaprobados por no poder conectarse a raíz de dificultades técnicas.

La controversia se desarrolla en un escenario de recarga de matrícula. Desde 2015 hasta aquí, la facultad multiplicó por diez la cantidad de estudiantes, hasta llegar a 33 mil aproximadamente.

Se sostiene que ese incremento tras la anulación del examen eliminatorio no se acompañó con docentes y aulas.

Así las cosas, desde la agrupación Unite señalaron hace pocas semanas, que el 95% de los inscriptos en la carrera no llega al último año de cursada.

En esos días, solo dos de casi medio centenar de estudiantes había aprobado un parcial de Infectología.