VIDEO. La calma en Mafissa llegó unas siete horas después de desatado el incendio

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Con las llamas avanzando a gran velocidad hacia un depósito de garrafas lindero, la situación vivida el domingo pasado por el incendio que afectó a la fábrica textil Mafissa, en Lisandro Olmos, fue realmente muy grave.

De hecho, al lugar tuvieron que acudir unas 30 dotaciones de bomberos y, producto del combate del fuego, que tenía un frente de 150 metros aproximadamente, hubo cuatro rescatistas que resultaron heridos. Tres por quemaduras y uno por cuestiones respiratorias.

Todo arrancó a las ocho de la noche del domingo y, recién a las tres de la madrugada de ayer, pudo ser controlado.

“Ahora solo queda un equipo hidrante a modo preventivo por si algún punto caliente se reaviva”, expresó una fuente de la Comuna local.

Mientras tanto, en el predio fabril ya comenzaron las tareas de evaluación de los daños, que se estima pueden ser de consideración, porque al menos dos galpones habrían quedado destruidos.

Como publicó este diario en su edición anterior, el fuego arrancó en un sector de pastizales, pero al entrar en contacto con residuos plásticos, propios de la producción en el lugar, el panorama fue otro muy distinto.

En ese sentido, ya no alcanzaba con las primeras unidades presentes en la zona de 44 entre 184 y 185, por lo que, vía radial, se comenzó a pedir apoyo en todos los cuarteles de la Región.

Según las estimaciones iniciales, el incendio comenzó en un terreno de cinco hectáreas, a causa de la sequía reinante, que se propagó al interior de la fábrica Mafissa.

Como se sabe, el establecimiento tiene materiales inflamables y precisamente eso potenció el poder del foco ígneo.

Los vecinos, aterrados, seguían expectantes las alternativas del operativo y algunos de ellos tuvieron que ser evacuados por prevención. Otros, por su parte, decidieron directamente irse de sus casas hacia la de algún familiar.

Si bien no se reportaron víctimas entre la población, como se dijo, al menos cuatro bomberos fueron afectados por quemaduras y el humo reinante, por lo que tuvieron que ser derivados de urgencia a un centro asistencial.

En los trabajos de control, extinción y enfriamiento, trabajaron bomberos de distintos cuarteles de la provincia de Buenos Aires.

En ese sentido, al margen de los de La Plata, estuvieron en la escena los de Berisso, Ensenada y El Peligro.

El SAME, personal policial, de Tránsito, Defensa Civil, Control Ciudadano y de Protección Civil de La Plata, hicieron las veces de apoyo para todas las tareas secundarias, pero no por ello menos importantes.

Además, según precisaron las fuentes consultadas, la Cruz Roja “montó un puesto de primeros auxilios e hidratación” para asistir a los bomberos.

 

Mafissa

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