Arrancó la “temporada alta” de incendios rurales

Con la sequía y el calor aumentan las emergencias. Los bomberos, con varias salidas diarias e inquietud por pérdidas en el campo

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Casi no hay terreno con pajonales de la Región que resista sin prenderse fuego en este contexto del calor acompañado de sequía. Y por esa razón, como suele ocurrir a esta altura del año, los equipos de bomberos no alcanzan a llegar al cuartel tras controlar un incendio de pastizales que al instante tienen que volver a salir para sofocar uno nuevo. Las parcelas más afectadas suelen ser las situadas hacia el sur y el oeste de La Plata.

La multiplicación de incendios preocupa no sólo a los cuerpos de bomberos de la Región que se ven sobrepasados de tareas; también inquieta al sector agropecuario por las pérdidas que muchas veces significan grandes extensiones con actividad rural destruidas por las llamas; y ni hablar del sobresalto de los vecinos cada vez que arden campos, baldíos y basurales a pasos de sus viviendas. Noches atrás, por caso, la alarma se dio al llegar el fuego a la planta de Mafissa, el establecimiento industrial de Olmos. Todo comenzó, justamente, con llamas en pajonales cercanos al predio de 44 entre 184 y 185, se propagaron a una montaña de residuos y finalmente alcanzaron la fábrica.

En estos días de muy altas temperaturas, una sequía que se prolonga sin pausa y vientos que corren por momentos como ráfagas repentinas, es frecuente, desde el casco urbano platense mismo, advertir en el horizonte de cualquier punto cardinal altas columnas de humo renegrido.

“En Berisso estamos con la cantidad de incendios normales para esta época, que son tres o cuatro por día y muy controlables, pero nos damos cuenta de que en otros lugares de la Región la cuestión es preocupante: en doce días que llevamos de iniciado el año ocho tuvimos que salir para colaborar con otros cuarteles, por siniestros en el Parque Pereyra o Punta Lara, por ejemplo”, puntualizó el presidente de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Berisso, Roberto Scafati.

Leonardo Roldán, director de Protección Civil de la Municipalidad de La Plata, indicó que el fenómeno obedece a una cuestión estacional. “Todos los años, en esta época, se ve un incremento en la cantidad de incendio de pastizales, lo que se genera por las altas temperaturas, la baja humedad relativa ambiente y el déficit de precipitaciones, que sumado a la intensidad del viento son factores determinantes en el desarrollo y propagación de este tipo de incendios”, explicó.

Subrayó Roldán que extinguir ese tipo de incendios demanda un desgaste físico “importante”, pues “se trabaja durante prolongadas horas, en días de altas temperaturas, en terrenos sin acceso a vehículos y muchas veces utilizando herramientas manuales”.

En la Sociedad Rural de La Plata, durante una reunión de la Mesa de Emergencia Agropecuaria, la inquietud se trasladó a representantes del Municipio. Se acordó entonces convocar a los bomberos para el próximo encuentro. “El año pasado hubo varios casos de incendios en campos de la zona que dan a las rutas. Y es que la gente arroja cosas o los campos no están con la limpieza que deben estar o el pasto corto. Eso puede generar incendios y quema de metros y metros de alambre que agregan costos a los productores”, planteó el dirigente Hernán Silva, titular de la entidad.

Hasta esta altura del verano no ha sido Ensenada un distrito muy afectado por los incendios de descampados. “Hemos tenido algún foco chico y nada más. Estamos haciendo controles frecuentes en la Reserva, en una zona donde hubo un incendio grande hace pocos años. Con la sequía, en semejante pajonal, alcanza con que alguien tire un pucho para que se genere un incendio”, señalaron en la comuna vecina.

 

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