Silvio Soldán: “Los que se jubilan, a los tres meses se mueren”

A los 88 años, el actor que vuelve al cine con “El método Tangalanga”, dice que “mientras estoy en actividad me siento feliz”

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“Fundamentalmente sigo adelante para no jubilarme, porque los que se jubilan, a los tres meses se mueren. Y como no tengo ninguna gana de morirme, aunque sé que en algún momento me va a tocar, sigo trabajando”. Las palabras son de Silvio Soldán que, a los 88 años, es parte del elenco de “El método Tangalanga” que el jueves se estrena en las salas de cine locales.

Se trata del regreso a la gran pantalla del emblemático locutor y animador después de cuatro décadas y lo hace con el filme de Mateo Bendesky sobre el popular personaje que hacía bromas telefónicas y que está protagonizada por Martín Piroyansky y Julieta Zylberberg.

“Buscaban una persona con una voz grande, y me llamaron. Cuando leí el libro me pareció una propuesta al menos simpática, y les dije que sí, si es que me dejaban que el personaje fuera un español, o al menos un argentino que había estado radicado en España, porque son más ampulosos en su forma de hablar”, contó Soldán en diálogo con Télam.

Y la sugerencia fue bienvenida: “Ellos me dieron absoluta libertad, y salió lo que se va a ver en la película, aunque es algo muy pequeño pero tiene que ver con el quiebre en la vida del protagonista, que no se anima a hablar en público, y un día ve por televisión a este señor que viaja por el mundo y que ha hecho saltar la banca de algunos casinos y otras cosas que cambiaron la mentalidad de la gente”.

“Se interesa y lo va a ver, y yo lo hipnotizo al estilo Tusam, lo curo de esa cosa tan timorata que tiene, y se convierte en el tipo desfachatado que al escuchar determinado sonido, se convierte en un personaje muy disparatado que habla hasta por los codos”, ahondó.

Los realizadores pensaron en Soldán para encarnar a Taruffa, un mentalista que genera un revés en la vida de Jorge Rizzi, el personaje principal a cargo de Piroyansky que en la vida real era Julio de Rissio -más tarde conocido popularmente como el famoso Doctor Tangalanga-, al que le practica una sesión de hipnosis para despertar en él una faceta desinhibida y atrevida totalmente opuesta a la timidez que lo gobierna en el día a día.

“Me llamó la atención que me llamaran a esta altura de mi carrera, pero nada más que eso, yo les agradecí y lo que hice con todo el entusiasmo que pude”, manifestó Soldán que no es la primera vez que pasa por el terreno del cine, aunque la lista no extensísima.

“Disloque en el presidio” (1965), “Yo gané al Prode... ¿y usted?” (1973) y “Te necesito tanto, amor” (1976) son algunos de esos títulos en los que participó, aunque su fuerte fue la televisión en donde se hizo nombre propio gracias a los muy recordados ciclos “Grandes valores del tango” y “Feliz domingo”.

Justamente, sobre la trascendencia de aquel show de tango en vivo, así como de “Feliz domingo”, Soldán explicó que, para él, “el éxito es algo que no se discute”. “Según mi concepto, cuando algo es exitoso no se puede analizar, la gente dice que sí y punto. ‘Grandes valores...’ y ‘Feliz domingo’ se transformaron casi en programas de culto, porque la gente los recuerda como si estuvieran en el aire hace quince días o tres meses, es algo fantástico”, añadió en ese sentido.

 

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