La canasta de la pobreza creció en 2022 más que la inflación: un 100,3%

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La canasta básica aumentó en diciembre 4,5%, por lo que una familia con dos hijos necesitó tener un ingreso de $152.515 para no caer bajo la línea de la pobreza, informó el Indec. De la misma forma, ese hogar precisó de $67.187 al mes para no ser considerado indigente.

El informe del organismo estadístico marcó que en términos anuales, la canasta básica total tuvo un incremento de punta a punta en 2022 de 100,3%, en el marco de una inflación general de 94,8 por ciento en ese mismo período. La línea de indigencia, por su lado, tuvo un avance de 103,8% el año pasado.

Los dos ítems son decisivos para medir el impacto de la crisis económica en los indicadores sociales. Eso sucede porque la canasta básica total –que además de alimentos incluye otros ítems del gasto como indumentaria, salud, transporte o educación– determina la denominada “línea de pobreza”. Los hogares con ingresos menores a la CBT son los que pasan a ser considerados pobres.

De la misma manera, la canasta alimentaria –que tiene un alcance limitado a bienes de primera necesidad– es la que configura la “línea de indigencia”: aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesarios para adquirir la CBA son indigentes, según Infobae.

Para la medición de ambas canastas se toman como ejemplo estadístico los consumos habituales de un hogar compuesto por cuatro integrantes (un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años). Sin embargo, el Indec comparte también el nivel de gastos que debe afrontar otra clase de familias para cubrir sus necesidades básicas. El hecho de que la CBT y la CBA hayan cerrado el 2022 con ajustes superiores al 100%, genera una fuerte presión sobre los niveles de pobreza e indigencia.

 

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