Carbonero, la joyita que el Lobo no pudo aprovechar a fondo

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Johan Stiven Carbonero fue carta ganadora de Racing en la Supercopa que el equipo dirigido por Fernando Gago le ganó 2-1 a Boca en Al Ain. El colombiano llegó a la Academia luego de tres años en Gimnasia, que en forma curiosa no logró beneficio económico alguno.

Carbonero, quien en la víspera gritó el transitorio 1-1, surgió en Once Caldas, y luego de sucesivas convocatorias a los seleccionados Sub-20 y de Mayores, en septiembre de 2019 fue transferido al Lobo, equipo en el que debutó, con gol, en un 3-0 contra Patronato.

Con altibajos en su juego, el atacante que hoy tiene 23 años, terminó de afirmarse como titular bajo la conducción de Néstor (“Pipo”) Gorosito, quien siempre lo valoró y lo consideró en condiciones de triunfar en Europa.

En su momento, Gimnasia tenía la opción de comprarle a Once Caldas el 70 por ciento del pase de Carbonero en cerca de 1.500.000 dólares, pero nunca logró saldar la deuda y sólo pagó, fuera de término, 700.000.

Así, la institución albiazul terminó perdiendo el porcentaje que tenía de la ficha del delantero al no poder afrontar el pago y en los primeros días de julio de 2022 perdió el resto que le quedaba. Esta situación, no hizo más que favorecer a Racing, cuya dirigencia negoció directamente con Once Caldas para firmar la transferencia, con un resarcimiento mínimo para el Lobo.

Su gol en la final: “Era una jugada que se había preparado en la semana, lo habíamos practicado con el profe (Gago). Ellos dejan muchos espacios atrás”.

 

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