En Argentina, no todo lo que brilla es dólar, ¿o sí?

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Salvador Vitelli

eleconomista.com.ar

Los argentinos nos caracterizamos por el asado, el dulce de leche, las empanadas, ser afectuosos y futboleros. Pero si hay algo que nos caracteriza con un ítem fuera de nuestras “raíces” es el dólar. El argentino vive todos los días de su vida viendo pantallas o mensajes que le comentan cómo está el dólar.

Y como si fuera poco, tenemos de los más variados: dólar mayorista, dólar minorista, dólar MEP, dólar Contado con Liquidación, dólar blue, dólar soja, dólar maíz, dólar carne, dólar Qatar, dólar tarjeta, dólar ahorro, dólar A. 3500, dólar crypto, por sólo nombrar algunos.

La razón es simple: la fallida historia de Argentina con la moneda doméstica, en numerosas ocasiones, hace que nos hayamos acostumbrado a vivir negociando y ahorrando también con otra divisa en detrimento del peso argentino.

Economía bimonetaria

Hoy en día la economía argentina es bimonetaria: el dólar se utiliza para transar algunos bienes, tales como inmuebles y rodados, y además como canal de ahorro para muchos de los argentinos. Tanto se ha volcado la confianza en la moneda extranjera que el Indec estima que los dólares que hay “bajo el colchón” llegaron a sumar, en el tercer cuatrimestre de 2022, US$ 261.000 millones, es decir, seis veces las reservas brutas del Banco Central o bien, medio PIB de Argentina. Ahora bien, ¿es buena idea atesorar dólares? ¿Nos protege de la incesante inflación argentina?

De esta manera se explaya cómo ha sido la evolución del dólar blue (informal) y la inflación, que es el principal objetivo que tiene el ahorrista argentino al comprar la divisa extranjera: no perder su poder adquisitivo. En la medida que la línea de cada gestión sea positiva quiere decir que el dólar aumentó más que la inflación, y si es negativo, lo contrario.

En las últimas gestiones en el país, el dólar viene superando a la inflación en los siguientes porcentajes:

- Segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner: 30 por ciento.

- Alberto Fernández: 20 por ciento.

- Mauricio Macri: 8 por ciento.

Ahora bien, si analizamos el fin de cada gestión, vemos que en la presidencia de Mauricio Macri el dólar batió a la inflación por 24 por ciento y en el caso de Cristina Fernández, 12 por ciento.

Ofrece refugio

Ya concluyendo y contestando la pregunta inicial parecería que, por la reciente experiencia pasada, en verdad que todo lo que brilla es dólar. El dólar, en la mayoría de los casos, sabe ofrece refugio frente a la inflación argentina. El argentino ha repudiado la moneda doméstica ya que las autoridades responsables de mantener el valor de la moneda no han sabido o bien no han podido cumplir con su deber, no dejando otra alternativa que escudarse en una moneda más fuerte como lo es el dólar.

Además, la escasa seguridad jurídica brindada no permite que ese medio PIB guardado en el “colchón” se vuelque a más inversión y aumentar el empleo, derivando en mayores recursos para el país entero.

Cerramos 2022 con inflación del 94,8 por ciento. Es la inflación interanual más alta desde noviembre de 1991, luego del estallido hiperinflacionario. Hoy básicamente los precios se duplican en un año y el peso lamentablemente ha dejado de ser moneda hace ya tiempo debido a la nula capacidad de mantener su valor en el tiempo.

Los pesos se derriten

Los pesos se derriten y la máquina de emitir no cesa, por lo que es de baja probabilidad que veamos una inflación en 2023 a la baja, sumado a que estaremos transcurriendo un año electoral. ¿Sabrá el dólar ofrecernos nuevamente cobertura contra la inflación?

Como reflexión final: no es que sube el dólar, bajan los pesos.

“Básicamente los precios se duplican en un año y el peso lamentablemente ha dejado de ser moneda hace tiempo”

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