“Lo dijo Máximo Thomsen”: acusación clave por el crimen de Báez Sosa

Un policía que estuvo presente durante el allanamiento en la casa de Villa Gesell que alquilaban los sospechosos, acusó a ese imputado de involucrar al remero Pablo Ventura en el asesinato y lo dejó más comprometido

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Finalizó la primera semana de audiencias del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en Villa Gesell en el año 2020. En una jornada que fue más corta que las anteriores, el Tribunal de Dolores confirmó que continuará el próximo lunes 9 de enero.

En medio del dolor y estupor por los relatos cargados de angustia de testigos horrorizados que declararon y recordaron la saña contra la víctima, uno de los de los ocho acusados volvió a quedar muy complicado luego de una importante revelación.

Se trata de Máximo Thomsen, que es señalado por testigos como líder de esa horda de violentos que atacó a Fernando.

Luego de que se lo acusara de ser quien pateó la cabeza cuando la víctima yacía estática en el suelo; y que se fue a comer una hamburguesa después de la brutal agresión, ayer volvió a ser protagonista excluyente.

Un oficial y peritos de la Policía Científica contaron que fue Thomsen quién había pronunciado durante el allanamiento el nombre de Pablo Ventura, el remero que al momento del crimen se encontraba en Zárate, a 500 kilómetros, y por esa imputación pasó cuatro días detenido e incomunicado.

“¿De quién es está zapatilla?”, contó que preguntaron un perito y el fiscal que entonces intervino, Walter Mercuri, durante el allanamiento en la casa donde fueron detenidos. La respuesta no demoró: “De Pablo”, respondió uno de ellos, y dijo que se había ido a Zárate. “Qué Pablo”, indagaron los funcionarios: “Ventura”.

De este modo, el efectivo se convirtió en el primer testigo en identificar a quién involucró falsamente al remero que fue sobreseído en la causa por el homicidio.

Sobre el día del arresto, el policía dijo que cuando llegaron a la casa “salió una persona de sexo masculino” que “tenía una colita y que “era uno de los jóvenes que estuvieron en el lugar del hecho”.

“Se incautaron 10 celulares”, agregó el policía, quien manifestó que los implicados en ese momento “no fueron agresivos” y “nunca se resistieron”.

Finalmente el efectivo contó que al día siguiente desde la fiscalía ordenaron secuestrar otros elementos de la casa, entre ellos las zapatillas y prendas de vestir.

Consultado por el abogado de los acusados, Hugo Tomei, sobre el motivo por el cuál no se hizo constar en un acta quien había mencionado al remero Ventura, el oficial dijo: “Son manifestaciones que la fiscalía dijo que no pongamos, así que se encargó la DDI”.

Luego, Hugo Vázquez, de la Policía Científica, coordinador del Operativo Sol en el verano de 2020, contó que los imputados no tomaban dimensión de la seriedad del asunto. “Ellos se encontraban muy risueños”, recordó.

“Les tuvimos llamar la atención varias veces para que no se rieran. Les dijimos que lo que estábamos haciendo era serio y no acataban. Varias veces les tuvimos que llamar la atención”, señaló Vázquez, quien aclaró que no secuestraron de la cada un par de zapatillas Cyclone, sino que fue solo una.

“Le rompí toda la jeta”

Andrea Ranno, recepcionista del hotel “Inti Huasi” ubicado a metros del arco de ingreso al bosque, en la zona norte de Villa Gesell, donde habían alquilado la casa los imputados, contó ayer en la audiencia que aquella madrugada vio a un joven apurando el paso, seguido por una patota.

“Este grupito de chicos se venía riendo, filmándose entre ellos, no puedo distinguir porque había tanto murmullo, qué venían festejando, y todos se sentían participes del festejo. Y uno de ellos dice: ‘Le rompí toda la jeta, le rompí toda la jeta. Le llené toda la jeta de sangre’”, contó Ranno, la recepcionista.

Luego describió cómo vio al muchacho que caminaba adelante. “Lo hacía de una manera desaforada, con los puños apretados, los brazos al lado del cuerpo. Estaba muy enojado, de una manera muy llamativa, como que venía sacado”.

Asimismo describió cómo vestía, luego lo identificó en los videos y señaló que era Máximo Thomsen.

Hugo Tomei, abogado de los acusados, pidió que se leyera la declaración que la testigo hizo en la instrucción. La querella se opuso y hubo cruces por lo que intervino la presidenta del Tribunal, María Claudia Castro, y pidió que el defensor continuara con el interrogatorio.

De esta forma unos cincuenta testigos pasaron ante el Tribunal desde el lunes. La próxima semana comenzará con testimonios de médicos y funcionarios judiciales.

 

Báez Sosa

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