Escándalo: Pancho Dotto y un dolor en su alma que lo llevó a la internación
Edición Impresa | 21 de Octubre de 2023 | 05:10

Pancho Dotto, 68 años, que en los noventa supo ser el “dueño de la belleza argentina”, está retirado de la industria de las pasarelas desde hace tiempo. Tras la pandemia, buscando un cambio, se instaló en Entre Ríos, en donde compró una chacra y se construyó la que él llama “la casa de sus sueños”. Desde allá, habiendo cambiado el glamour de la noche por las tareas domésticas y rurales, el ex manager de las mujeres más lindas del país, reapareció en medio de un escándalo con los Mazza-Gravier, una pareja con la que mantiene un tiroteo constante, según él, por la forma en la que fue “borrado” de la vida de la top model cuando entró en escena su marido, a quien sigue tratando como un “vividor”. Tanta mala sangre se hizo Pancho que se tuvo que internar en una clínica adventista para “equilibrarse”.
Aunque hace años que Dotto no escatima en declaraciones polémicas para con el “empresario”, esta polémica se recrudeció días atrás frente al estreno de “Sueño dorado”, la serie documental que Valeria Mazza creó por Paramount+ y en la que, según su ex representante, fue ninguneado.
En “Desperezate”, en Canal de la Ciudad, la panelista Mercedes Cordero metió el dedo en la llaga: “Dentro de todas las personas que dan testimonio, ¿no les parece que falta alguien? Personas que hayan sido importantes y trascendentales en la trayectoria de Valeria. Por ejemplo, se ven imágenes de Roberto Giordano porque, efectivamente, es quien la ve en Entre Ríos y queda subyugado con la belleza de Valeria y es quien la trae para hacer los primeros desfiles aquí, en Buenos Aires. Pero quien prácticamente es un fantasma porque no se lo menciona nunca, no está indicado ni mencionado en la serie es Pancho”.
Y agregó: “El quiebre en la relación se produce cuando entra en acción la figura de Alejandro Gravier, quien pasa de ser su novio, a su marido y manager. En ese momento, Dotto lo sintió como una traición y está muy enojado y dolido con lo sucedido porque no le han dado el lugar que se merece”.
Entonces, Dotto, enfurecido, mandó audios al programa y fue contundente: “Lo de Valeria fue tremendo... Ellos se quedaron con contratos que habían firmado conmigo. Yo creo que el mentor de todo fue el marido. Después, es lo que se dice siempre, que por algo están juntos. En su momento podría haber hecho un juicio pero no quise y ya prescribió”, expresó el ex representante.
Luego, lanzó furioso: “Valeria Mazza nunca hubiera llegado a ser Valeria Mazza si yo no hubiera estado en su camino. Como ella, Pampita que lo reconoce, Dolores Barrerio, Carola Del Bianco, ninguna de ellas a las que le dediqué mi vida y mi impronta; Mazza no hubiese llegado a ser quien es sin mí”.
Pero hubo más porque Dotto, con la cadena suelta, apuntó sin anestesia contra Gravier. “Cuando decís marido empresario, en Argentina estamos mal acostumbrados a decir ‘empresarios’ y nunca fue empresario de nada y siempre fue una persona que estuvo a la pesca de todo y encontró en su mujer un lindo negocio para vivir”, disparó.
Y continuó: “Le puso cara de simpático y se metió a sacarle provecho a todo lo que pudo, pero empresario es otra cosa. Yo fui empresario y los empresarios trabajamos, nos levantamos temprano vamos a cumplir con una tarea y si tenemos empleados pagamos sueldos”.
“Él nunca pagó un sueldo, nunca pagó a un empleado, nada. Tiene una secretaria y no tiene ninguna empresa. Nunca tuvo una empresa de nada. (…) Es el típico busca argentino que encontró a una chica de la cual vivió”, aseveró Dotto, antes de explicar el conflicto con la pareja.
“Nuestro tema fue económico lamentablemente, porque yo la quise a ella igual que a muchas, como una hija”, cerró el ex manager.
¿QUÉ DIJERON LOS MAZZA GRAVIER?
Ante la polémica, las cámaras buscaron a los otros protagonistas. Alejandro Gravier, aseguró: “Con respecto a Dotto, no tengo mucho para decirte. No tengo nada que reflejar de lo que dijo (Dotto). Nunca pasó nada. O puedo decir mucho. Él debe haber querido vivir mi vida y hoy a los 70 años se encuentra solo y estará mal, angustiado”.
Y sumó, picante: “Pero es un tema de él y exclusivamente de él para que hable con sus analistas. Me encantaría ayudarlo pero hace 20 años que no hablamos”, continuó, y dejó en claro que “con Valeria estamos juntos hace 33 años desde que ella llegó a Buenos Aires. No puedo decirte más que eso. Saquen sus propias conclusiones”. La pareja se casó en 1998 y tuvo cuatro hijos.
En tanto, consultada por su distancia laboral con Dotto, Valeria Mazza fue concisa: “Yo no tuve ninguna pelea con él, y no sé si él tuvo algún inconveniente conmigo. Yo no, y no me lo he vuelto a cruzar”.
“La verdad es que no tengo muchas ganas de hablar con él. Lo saludaría porque no se le quita el saludo a nadie, pero no me dan ganas de hablar con él por todas las cosas que ha dicho. El pez por la boca muere”, lanzó.
Y remarcó: “Estaría bueno pensar un poco. Me parece que hay varios conceptos equivocados que tiene, pero, de todas maneras, siempre reconozco que yo empecé a trabajar con él y que siempre se portó súper bien conmigo. Pero eso no quita todas las barbaridades que se llenó la boca diciendo, pero admito que todos nos podemos equivocar así que a lo mejor un día reflexiona y pide disculpas”, cerró Valeria Mazza, tajante.
Para Dotto, es un tema sensible, una espina clavada en su pecho, en su alma, que todavía no sanó y que derivó en su reciente internación (ver aparte).
Pancho Dotto “tiene un cuadro de estrés; está muy desarmonizado y necesita resetearse”
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