Un complejo cuadro de situación, describen desde la Sociedad Argentina

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“Estamos en un escenario difícil para el ejercicio profesional de la pediatría. Existen condiciones de trabajo inaceptables, alta carga laboral, inestabilidad en los empleos, falta de estímulo para el crecimiento, situaciones de violencia, baja remuneración, necesidad del pluriempleo para llegar a fin de mes y falta de oportunidades para actualizarse en la profesión”, expuso el último documento crítico que emitió la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) previo a las elecciones.

La entidad se quejó de que “hoy formar parte del sistema de salud, particularmente en el sector asistencial, resulta bastante desgastante tanto en el ámbito de la salud pública como en la medicina privada. Son frecuentes factores relacionados con el aumento de la demanda, disminución del recurso humano en el equipo de salud, ocasionados por la falta de nuevos nombramientos, cargos vacantes que no se cubren, contratos temporales, carencias en equipamiento e infraestructura, falta de tiempo para examinar adecuadamente a los pacientes, desvalorización del trabajo profesional”.

Dentro de este cuadro de situación, los médicos advierten que “estamos enfrentando una situación acuciante de falta de pediatras en todas las regiones de nuestro país, con trabajo muchas veces autónomo y siempre mal remunerado, guardias extenuantes, violencia en los lugares de trabajo, cargos de médicos residentes no cubiertos y falta de candidatos en puestos de formación en las diferentes especialidades (Neonatología, Terapia Intensiva Pediátrica, entre otras), situación actual que permite avizorar que en pocos años no contaremos con médicos pediatras formados que garanticen una adecuada atención para los niños y niñas argentinos”.

Según los números de la entidad, “este año el 40 por ciento de los cargos para la formación de médicos pediatras y especialistas en ramas de la Pediatría ha quedado vacante, y de los cargos ocupados, un porcentaje considerable es con médicos extranjeros que difícilmente ejerzan en nuestro país una vez concluida su formación” .

Explica que tanto en el sector público como en el privado, un pediatra formado con un cargo de 36 horas semanales y 24 horas de guardia percibe un salario que “no cubre las necesidades de una familia”. Además, “los escasos honorarios establecidos por consulta, tanto en el sistema de la seguridad social como en empresas de medicina prepaga se cobran a 90 o 120 días, sin ningún ajuste inflacionario”.

La entidad advierte también que “ocurren fenómenos locales que marcan la precariedad que está viviendo la Pediatría argentina, tales como pediatras mendocinos que revalidan su título en Chile y viajan semanalmente a ese país para cobrar mejores remuneraciones. Lo mismo sucede en la Región Noreste (NEA) atendiendo periódicamente en Ciudad del Este y otras ciudades de Paraguay donde tienen mejor paga, por citar algunos ejemplos”.

El comunicado SAP concluye: “El futuro de la pediatría y de la atención de la niñez y adolescencia en nuestro país requiere de una pronta solución”.

 

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