Fue a hacer un mandado y le robaron los ahorros

El accionar delictivo en la denominada Zona Norte ya no sorprende a sus habitantes aunque sí no deja de causar preocupación y susto, especialmente porque en los últimos meses, los ilícitos -en sus distintas modalidades- son cada vez más frecuentes y violentos.

En este alarmante contexto, una familia que reside en 495 entre 21 y Camino General Belgrano se convirtió en una nueva víctima de la modalidad que se encuentra en pleno auge en la Ciudad: el escruche.

Según pudo saber este diario, los ladrones aprovecharon que los propietarios del inmueble habían salido a hacer unas compras para introducirse en el lugar y apoderarse de la totalidad de los ahorros de los damnificados.

En total, según se expuso en la denuncia, se fueron con más de 400 mil pesos. Ni un objeto más, ni un objeto menos. De hecho, los hampones ni llegaron a despeinarse.

De no ser porque la puerta se encontraba forzada, muy probablemente los dueños de la finca hubiesen tardado varias horas den darse cuenta de que habían sido víctimas de un atraco.

Los datos no hacen más que reducir el universo de sospechosos.

Para los investigadores se trata de una maniobra planificada con información muy precisa.

O, como se dice en la jerga urbana, todo apunta a que los vendieron.

Los robos en los que se aplica la modalidad escruche no solo se caracterizan por ser cometidos en horas de la tarde cuando los moradores se encuentran abocados a sus ocupaciones diarias.

Uno de los rasgos más significativos de este tipo de atracos es el desorden mayúsculo y los daños que provocan los hampones en su afán por encontrar objetos de valor.

Quienes se desempeñan en este nicho delictivo siguen al pie de la letra un manual de procedimiento.

Así, una vez que ingresan a una propiedad, concentran todos sus esfuerzos en no dejar rincón sin registrar.

Dan vuelta muebles, rompen paredes, desarman los taparrollos de las cortinas, revisan los enchufes e incluso hubo un caso, del que dio cuenta este diario hace algunas semanas, que levantaron el piso de parquet. Todo con el afán de llevarse un botín lo más sustancioso posible.

Es por ello que para los investigadores llama especialmente la atención que los hampones hayan ido “directo al grano”.

Por estas horas los esfuerzos no sólo están concentrados en analizar las imágenes que captaron las cámaras de seguridad de la zona durante el lapso de tiempo que duró la visita al supermercado.

También se está analizando el entorno de las víctimas para determinar si alguien de su confianza “se fue de lengua” o se puso “en la piel de Judas”.