Alquileres con “efecto DNU”: más consultas y contratos a la antigua
Edición Impresa | 31 de Diciembre de 2023 | 02:00

La entrada en vigencia del mega decreto de necesidad y urgencia del presidente Javier Milei, empezó a repercutir en las inmobiliarias con dos escenas: la expectativa sobre su efectiva aplicación a instancias de la batalla que se plantea en el Congreso y en la Justicia, y el interés que demuestran algunos propietarios e inquilinos por apurar contratos en un nuevo formato, alejado de lo que regula el marco atacado por uno de los capítulos de la medida.
Aún en ese terreno de incertidumbre, según los referentes de inmobiliarias de la Ciudad consultados por este diario, de un lado y otro del escritorio en el mundo del alquiler empezaron a llamar el viernes para retomar conversaciones.
Las inmobiliarias empiezan a dar forma a un esquema que retomaría usos tradicionales, previos a las leyes últimamente cuestionadas: contratos a dos años para la vivienda y ajustes cada tres o cuatro meses.
“Hay muchas consultas y algunas que estaban al borde por una prórroga y no definían un contrato más largo optaron por un contrato a dos años con ajustes trimestrales o cuatrimestrales”, apuntó la titular de la Cámara Inmobiliaria bonaerense, Mirta Libera.
La martillera platense espera un cambio: “Seguramente, ante esta posibilidad algunos que se habían retraído o derivados a otro mercado van a estar volviendo, porque hemos recibido muchas consultas entre propietarios e inquilinos y también entre colegas, con la consigna de que es más artesanal el acuerdo”.
Para las inmobiliarias queda, según la dirigente de la Cámara, un rol de mediación y orientación. “La idea es tratar de acordar de la manera más moderada y prudente”, dijo ante un ambiente que caracterizó como “de ensayo, prueba y error, porque hay incógnitas con respecto a la inflación y los salarios. Entre colegas y en la Cámara coincidimos en que nuestro rol es súper fundamental en estos acuerdos. Tanto en moderar como en proteger: proteger al propietario para que regrese y eso a su vez beneficie al inquilino en la medida en que se agregue más oferta”.
Incluso, eso podría alterar los valores actuales. “Probablemente, algunos precios que estaban un poco altos puedan volver a cierta normalidad dado que cada tres o cuatro meses pueden hacer ajustes necesarios con el índice que se elija”.
“Hay incertidumbre”
Desde otra inmobiliaria de la Ciudad, Ramón Penayo evaluó que “hay incertidumbre porque tiene que resolver la Corte en febrero”, dijo sobre la batalla que se entabló en la Justicia por el DNU presidencial. “Todavía no hay un termómetro porque todo es de interpretación. Algunos dicen que entró en vigencia ayer (viernes) a las cero y otros que fue hoy (ayer). Por eso, no se realizó ningún contrato. Se pasó todo a la semana que viene”.
En suma, concluyó que “por el momento, es de parcial parálisis porque tenemos que ver bajo qué reglamentación se firma el contrato. A partir del martes, va a regir el código comercial unificado y habrá que esperar un plazo de 30 días para ver”. Penayo espera un mercado nuevo: “Cuando se reactiven los alquileres habrá inversores que salgan a comprar”, sostuvo.
Por su parte, Gisela Agostinelli, al frente de otra inmobiliaria platense dijo que en el sector calculan que “todo muy nuevo” y tanto los propietarios como los futuros locatarios están pensando en lo que dice la norma ahora en litigio. No obstante, coincidió en que habrá más oferta. “Algunos propietarios se han comunicado para que le expliquemos cómo son las condiciones de alquiler a partir de este nuevo DNU. El contrato a dos años es lo que estaban reclamando y eso ahora es posible. Esperemos que a partir de ahora cambie y haya más oferta para que el mercado empiece a equilibrarse de una manera más justa para ambas partes”.
En suma, consideró que “en los próximos meses el problema habitacional debería empezar a resolverse”.
Los precios que vienen
Con respecto a los valores por venir, opinó que “el precio lo regula la oferta y la demanda. Por eso, si hay oferta debería ir acomodándose todo, porque es una realidad que al propietario tampoco le conviene tener el inmueble desocupado por el deterioro por el costo de expensas entre otras cosas”.
El nuevo marco, con su tono desregulador, abre un amplio menú de plazos de contrato, precios, condiciones, formas de ajuste y rescisión, pero Agostinelli consideró necesario un encuadre general: “Entre todas las inmobiliarias de la Ciudad tenemos que tener, aproximadamente, el mismo criterio respecto a las medidas, ya que la mayoría son a libre albedrío de las partes. Por eso, es necesaria la unanimidad de criterios lo cual por suerte está ocurriendo”, vaticinó.
Se habla de contratos para vivienda por dos años, para comercio por tres, actualización del alquiler con el aumento que las partes acuerden (por cualquier indice o fórmula), libre uso de monedas en el pacto y rescisión en cualquier momento del contrato con una multa del 10% del saldo pendiente hasta la finalización. No hay que esperar cambios importantes en el esquema conocido de pago de gastos, expensas y depósito.
“Es muy nuevo todo pero si hay más consultas”, coincidió con sus colegas Agostinelli.
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